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Remesas de España

De acuerdo con la información oficial emitida por el Banco Central de Bolivia (BCB),  para la gestión 2012 se espera que el monto de remesas enviadas por los compatriotas residentes en el extranjero, principalmente España, Argentina, Estados Unidos, Brasil y Chile, se incremente en un 6,6% respecto al periodo anterior.

Todo indicaría que las crisis económicas de varios países —principalmente europeos— donde miles de residentes bolivianos se encuentran, aún no afectan  en las decisiones de enviar recursos a sus familiares que esperan su retorno al país. Sin embargo, realizando una radiografía a la estructura del origen de las remesas, existen algunas señales que podrían mostrar lo contrario y que los bolivianos en el exterior también estarían afectados en la generación de sus ingresos y consecuente merma en la remisión de cientos y hasta miles de  euros y dólares que se inyectan en la economía boliviana a través de gastos y emprendimientos de las familias receptoras de esos recursos.

Existen algunos elementos que necesariamente deben ser considerados en los análisis de comportamiento y proyección del flujo de esas remesas, para al menos tener la previsión de que parte de las mismas podrían reducirse, a pesar de la gran flexibilidad e instinto de supervivencia que tienen los compatriotas que se fueron a buscar mejores días en otros países y que pueden migrar su mano de obra de un sector a otro, particularmente en España.

Primero, la aguda recesión económica española tiene en paro al 25% de su población económicamente activa, además que el sector con el mayor impacto negativo es la construcción, en la que un porcentaje importante de nacionales prestan su mano de obra.

Si bien la capacidad de adaptación de actividad laboral de los bolivianos y bolivianas es flexible y que podrían migrar a otros rubros menos vulnerables (comercio, servicios y agricultura, por ejemplo), es también evidente que no todos van a poder adaptarse fácil y rápidamente a otros trabajos u oficios.

Segundo, la necesidad de los españoles de poder tener algún empleo, al menos temporal, implicará un desplazamiento de la mano de obra extranjera por la fuerza laboral local española, agudizando de esta manera las posibilidades de los trabajadores bolivianos de cambiar de actividad económica como estrategia de preservación y así garantizar el envío de las remesas a sus familiares en el país, que en muchos casos es su principal fuente de ingresos.