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El ‘Outsourcing’ en Bolivia

Estoy casi seguro, de que muchos no tendrán una clara idea acerca de este tipo de contrato de servicios que se viene usando a nivel internacional. Antes de explicar en qué consiste el contrato de Outsourcing, me siento obligado a señalar el motivo que me lleva a pensar por qué este tipo de servicio podría llevarse a cabo desde Bolivia.

Para iniciar, debe saber el lector que, parcialmente, fue gracias a este tipo de servicios que hoy conocemos a las llamadas economías de países ‘emergentes’.  Su nacimiento se remonta a inicios de la década de los años 90, aunque hay algunos que afirman que su verdadero nacimiento es a inicios del siglo XXI, gracias a la globalización y a la expansión del internet.  De lo que no queda duda, es que la rápida difusión del Outsourcing se inicia en épocas de recesión económica, donde las grandes compañías se preocupan por mejorar sus operaciones y reducir, al mismo tiempo, sus costos.  Esto último, para una persona con conocimientos de administración, se traduce en una labor casi imposible, pero para el país que hospeda el servicio se traduce en futuras fuentes de trabajo y, para la empresa que decide contratar los servicios, significa la esperanza de sobrevivir a la crisis económica y mantenerse competitiva en el mercado.

Entiéndase por contrato de Outsourcing, el acuerdo mediante el cual una determinada empresa contrata los servicios de otra empresa, a la cual le encarga o delega ejecutar determinados servicios como si fuera parte integrante de la empresa contratante, pero asumiendo propia responsabilidad por sus actos ante la empresa contratante.

En España, este tipo de contrato es conocido como el ‘servicio de exteriorización’, donde una parte de las operaciones del cliente es ejecutada por una empresa externa que, generalmente, se encuentra localizada en otro territorio.

Como paso siguiente, podemos señalar algunos beneficios que ofrece el Outsourcing:

– La empresa que ofrece el servicio, tiene a su disposición todo un mecanismo previamente organizado y programado para ofrecer al cliente, la mejor tecnología, excelentes recursos humanos,  experiencia y know how ganado con otros clientes.

– La posibilidad de poder medir el nivel de rendimiento y establecer SLA (service legal agreements), que son niveles mínimos del servicio esperados por el cliente, contra el pago de penalidades por su eventual incumplimiento.

– La posibilidad de poder ampliar su red de contactos con nuevos socios partners o alianzas estratégicas alliance, a nivel internacional, que pueden significar la apertura a nuevos y atractivos mercados.

– La estandarización de procesos de producción del cliente, adoptando la metodología más eficaz para alcanzar el mismo nivel de servicio en regiones donde el nivel de producción es deficiente o más bajo. El propósito que se persigue es que las operaciones sean cada vez más predecibles, medibles y controlables para poder alcanzar niveles superiores de servicio.

– Reducción de costos operativos mejorando el nivel de rendimiento de los trabajadores, además de integrar el cumplimiento de certificaciones a nivel internacional.

– Transparencia en el manejo y control de costos, el cliente se encuentra habilitado para poder solicitar cualquier tipo de información sobre el manejo de los costos, así como la posibilidad de poder auditar a la empresa de outsourcing en cualquier momento.

Conviene señalar que, actualmente, Bolivia no esta preparada para poder otorgar este tipo de servicios, mientras que, países como Filipinas e India han, ambiciosamente, acumulado la provisión de estos servicios desde estratégicos puntos de servicio —Business Centers— por ejemplo, a nivel internacional,  India ofrece las mejores soluciones informáticas, con desarrolladores de software para todo tipo de problemas informáticos. Es asombrosa la calidad de profesionales y técnicos trabajando desde India para satisfacer al cliente, en el menor tiempo posible; lo propio ocurre con servicios de contabilidad y finanzas que, desde Filipinas, ofrecen profesionales y expertos dispuestos a brindar el mejor servicio posible al cliente.

Pero no quiero pecar de mirón en otros continentes alejados de la realidad boliviana, doy, por tanto, el ejemplo de Argentina, Brasil y Chile, desde donde se desarrollan servicios para clientes que tienen sus oficinas principales en Asia, Europa y Estados Unidos. Nuestros vecinos han sabido aprovechar el relativo tiempo de estabilidad para lanzarse al mercado ofreciendo oficinas desde las cuales se desarrollan servicios para clientes de otros continentes.

Por ejemplo, si una compañía norteamericana no puede más con sus altos costos de mantenimiento de sus oficinas, necesarias para el desarrollo normal de sus actividades, dentro de sus alternativas estará la posibilidad de mover sus operaciones a México o Argentina, reduciendo el nivel de costos en alquileres, impuestos, mano de obra y logística, pero, además –en caso de contratar a una empresa de Outsourcing– incorporando los beneficios mencionados líneas arriba.

Bolivia, para ingresar a jugar en este tipo de mercado está obligada a proporcionar ciertos requisitos mínimos de seguridad jurídica y de respeto a las inversiones. Lo más recomendable sería crear un espacio jurídico, dentro del cual las empresas que ofrecen la creación de fuentes de trabajo y nuevas oportunidades para los jóvenes profesionales puedan gozar de una cierta privilegiada protección, además de incentivos impositivos.

Queda, pues, en manos de empresarios emprendedores y legisladores visionarios  el preparar el terreno fértil para este tipo de actividades comerciales, que pueden estimular el crecimiento de nuestros recursos humanos, sobre todo de los jóvenes bolivianos, claro está que no conviene focalizar toda la atención sobre los recursos naturales bolivianos.