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Un Nobel evoca a Cochabamba

El enaltecido escritor Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, en carta dirigida al historiador boliviano Mariano Baptista Gumucio, recordando su infancia transcurrida en Cochabamba, señala que aquel tiempo, en su vida, es un “período de entrañable ternura y felicidad”.  

Los conceptos anteriores son a raíz del libro La ciudad de Cochabamba vista a través de viajeros y cronistas, siglos XVI al XXI, cuyo autor es don Mariano Baptista Gumucio y que Vargas Llosa tuvo oportunidad de leer en Lima.

Ciertamente, en este año que termina, Cochabamba fue homenajeada con un estupendo libro, no sólo por su contenido, sino también por su elegante edición, que recoge opiniones, relatos, fotografías, cuadros, testimonios, poemas, cartas y otros de eminentes personalidades nacionales y extranjeras sobre la tierra valluna. Realmente, el libro de Mariano Baptista Gumucio es la más completa, valiosa e interesante memoria escrita hasta hoy sobre Cochabamba. En sus páginas hay de todo, desde la fundación de la ciudad, en época de la colonia, hasta los tiempos actuales del Estado Plurinacional.

En la carta, enviada al autor, Mario Vargas Llosa, dice: “El libro es muy interesante, está pulcramente editado y ofrece un panorama muy sugestivo y variado del pasado y presente de la ciudad. Me ha emocionado volver a ella a través de las páginas de su libro y éstas han  avivado muchos recuerdos cochabambinos que atesora mi memoria de la infancia que pasé allí, un período de entrañable ternura y felicidad. Aunque hace muchos años que no he vuelto a Cochabamba, nunca he estado separado totalmente de ella por esos recuerdos que se conservan tan vivos en mi memoria. Le renuevo mi agradecimiento y deseo que su hermoso libro tenga una larga difusión”.  

El libro de Mariano Baptista Gumucio, sobre Cochabamba, es parte de su colección de obras sobre todos los departamentos de Bolivia, por lo que Baptista, en la tapa de este su libro, dice: “Pienso que es urgente recuperar la memoria histórica para preservar la unidad de Bolivia, y por eso considero que esta tarea en que estoy empeñado hace varios años, merece el esfuerzo. En estos tiempos de incertidumbre y a veces pesadumbre por el porvenir de la patria, abrigo la convicción de que estos libros pueden contribuir en algo a cimentar la unidad y fraternidad entre los departamentos, y la autoestima de quienes por encima de todas sus diferencias proclaman con orgullo su gentilicio de bolivianos”.

Y, en el prólogo, entre otros interesantes conceptos, señala que los dos mineros más ricos de Bolivia fueron cochabambinos, Simón I. Patiño y Gonzalo Sánchez de Lozada, de quienes dice: “Cochabamba debe reconocerle a Patiño los palacetes que hizo construir y la Fundación Cultural que lleva su nombre, de proficua labor de más de medio siglo.

Contrasta su actitud con la de Gonzalo Sánchez de Lozada, próspero empresario que llegó dos veces a la Presidencia de la República, pero a su paso por el poder, ni en el exilio, donde vendió sus minas en una suma que el conjunto de los bolivianos ni siquiera puede imaginar, dada su crónica pobreza, no se le ocurrió dejar a su tierra natal, ni siquiera un alfiler de recuerdo…”.

El Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, tiene razón al señalar que el libro de Mariano Baptista, es rico en conceptos y ofrece un panorama muy sugestivo y variado del pasado y presente de la ciudad, por lo que, merece larga difusión.