Meses atrás se publicó en nuestra ciudad un Credo científico, que declara que la entropía en el universo es irreversible, pero contradictoriamente afirma también que todo había tenido lugar en el caos, lo que me condujo a varias reflexiones que comparto ahora.  La entropía es una magnitud que permite medir los niveles de desorden de un sistema. Su valor en un sistema aislado o cerrado, como se piensa que es el universo, crece con el transcurso del tiempo de forma natural. Siendo así, es lógico pensar que el universo se inició con niveles de entropía muy bajos, y no en el caos, que es el desorden absoluto.

El hecho de que el universo haya surgido de una sopa de materia, energía y fuerzas de la naturaleza, con una entropía muy baja, es un misterio que podría explicarse si éste habría tenido origen en un anterior sistema con entropía elevada. Esta deducción se justifica en dos posibilidades. Una, que el universo sea oscilante, y otra, en la existencia de universos paralelos.

Si se toma en cuenta que la entropía sirve para medir el inevitable aumento de desorden al que están sometidos los sistemas, se tiene que ella constituye en sí misma una forma de medir el transcurso del tiempo. Por ejemplo, la edad de una persona determina los niveles de entropía de su organismo. A medida que un adulto va envejeciendo, la entropía en sus sistemas biológicos se va incrementando, hasta que colapsan en un caos que indefectiblemente conlleva su muerte. Por el contrario, si podríamos ver cómo un huevo roto se reconstruye a un huevo entero o una persona rejuvenece, tendríamos la sensación, justificada, de ver una película proyectada al revés. La entropía en este caso disminuiría, porque el tiempo estaría yendo hacia atrás.

Innegablemente que la entropía puede disminuir, pero para ello se requiere en todos los casos de trabajo y energía proveniente de otros sistemas. Con este criterio, el italiano Lorenzo Maccone (1972) arriba a una deducción cuántica que explicaría cómo podría disminuir la entropía en un universo sin progenitores. Considera que para ello es necesaria la modificación en el avance de la flecha del tiempo.

Maccone parte del hecho de que la física no puede estudiar procesos en el universo en los que la entropía disminuya, simplemente porque estos eventos no han podido ser observados. En efecto, los eventos que incrementan la entropía del universo dejan registros de sí mismos en su entorno. Pero, como explica Maccone, si la flecha del tiempo cambiaría, o sea, en lugar de ir hacia el futuro esta apuntaría hacia el pasado, la disminución de la entropía no dejaría rastros, lo cual es equivalente a que la entropía no habría sucedido. Es como si alguien viajara al pasado, modificara con fuerza y energía uno o más aspectos para evitar que sucedan eventos caóticos, y luego retornara al presente. Con excepción del sujeto que modificó el pasado, nadie conocería en el presente o en el futuro que esa reparación o corrección ocurrió en el pasado. Todos darían como natural que el hecho caótico no habría sucedido, y nadie podría imaginar que ha sido evitado por un cambio artificial con energía y trabajo procedente de otro momento futuro.

En nuestro universo hay energía de sobra y se puede especular que después del Big Crunch (gran implosión), el universo tendría la posibilidad de recrearse por sí solo; ésta es la proposición de la teoría del Big Bounce que sustenta un universo oscilatorio. Los restos de nuestro universo constituirían un vacío cuántico, similar al que apareció a nuestro universo, y sería capaz de generar nuevamente un sistema con bajos niveles de entropía. La regeneración podría suceder por lo menos una vez. Después de esa o más oscilaciones, el incremento de entropía en el vacío cuántico en el que se forma cada universo impedirían que suceda esa autorrecreación, por lo que indefectiblemente se necesitaría de energía y trabajo externo para continuar con las oscilaciones.

El gigantesco acelerador de partículas LHC del CERN podría encontrar dentro de poco evidencias de la existencia de universos paralelos, de donde lógicamente provendría la energía suficiente para la recreación de nuestro universo.