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Robo de mascotas

En las principales ciudades del país, mafias organizadas se dedican al robo y comercialización de perros, principalmente de raza. Lamentablemente estos hechos gozan de muy buena salud, pues permiten generar una gran cantidad de dinero y no existen fuerzas especializadas ni los recursos para combatirlos; en parte porque la legislación no los tipifica como delitos.

No se trata de un mal menor. Bandas criminales se están aprovechando de la ausencia de leyes y controles, así como del hecho de que mucha gente está dispuesta a gastar grandes cantidades de dinero para comprar canes de raza, y sobre todo de pagar elevadas sumas para recuperar a sus más fieles compañeros cuando éstos se pierden o han sido secuestrados.

En efecto, según detalla el último Informe la Razón, además de delincuentes que ingresan violentamente a las viviendas o patios privados para sustraer a los animales o bien los capturan en las calles, forman parte de esta cadena delictiva veterinarias y criaderos de perros, que los utilizan para su reproducción. La ausencia de controles en este tipo de establecimientos, así como en las ferias y mercados donde se comercializan las mascotas, agudiza el problema.

Tal es la ausencia de entidades gubernamentales para hacer frente a estos robos que, cuando ocurren, las personas recurren a las sociedades y fundaciones protectoras de animales y a las unidades municipales de Zoonosis para denunciarlos. Sin embargo, no es mucho lo que estas instituciones pueden hacer, por cuanto buscar y rescatar perros extraviados no es su función.

Empero, quienes sí pueden tomar decisiones para reducir el riesgo de que su mascota sea secuestrada son los propios dueños. Además de medidas básicas de seguridad como evitar el ingreso de extraños a los hogares y no permitir que los perros salgan solos a la calle, es conveniente su esterilización. Ello debido a que esta condición desincentiva a los criminales, que por lo general buscan secuestrar canes de raza que sirvan como sementales o bien como reproductoras. Adquirir o adoptar perros “ordinarios” constituye otra manera, aún más efectiva, para evitar el riesgo de los secuestros. Esto porque su valor comercial es casi nulo en el mercado. De allí que las organizaciones criminales no les presten atención, ya que lo único que les interesa es el dinero.

Además, como ya antes se mencionó en este mismo espacio, esta decisión conlleva la ventaja de que los perros chapi son mucho más saludables que sus pares de pedigrí, en tanto la mezcla de razas es la manera que emplea la naturaleza para asegurarse de que un organismo sea más resistente a las enfermedades y no tenga degeneraciones por consanguinidad. Deficiencias que en los perros de raza provocan diversas enfermedades como sordera, fallas hepáticas, cáncer, problemas óseos, entre otros.