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Trágico accidente

Aún no concluye el primer mes de este 2013 y la carretera a los Yungas vuelve a ser noticia. Y como no podía ser de otra manera, a raíz de un nuevo accidente con saldos fatales. En esta ocasión, al menos diez personas han muerto, aunque se estima que el saldo pueda llegar hasta 17 fallecidos, pues continúan sin aparecer siete pasajeros. Además, otras 27 personas han quedado heridas, varias de gravedad, entre éstas tres niños.

Como ya es costumbre en este tipo de fatalidades, un bus repleto de pasajeros cayó en uno de los precipicios de la ruta que une el centro con el norte paceño. Parte del vehículo se precipitó más de 250 metros hasta llegar al lecho del río Unduavi, luego fue arrastrado. Si bien aún no se han determinado las causas precisas de este hecho, varios pasajeros coinciden en que la densa neblina y el visible cansancio del chofer desencadenaron la tragedia.

Preocupa —y mucho— que no se pueda poner un alto a este tipo de accidentes fatales, cuya incidencia podría ser regulada con medidas sencillas de seguridad, por ejemplo, evitar que los choferes incurran en irresponsabilidades criminales mientras conducen, como manejar a altas velocidades, el consumo de bebidas alcohólicas, o estar muchas horas detrás de motorizados, que muchas veces circulan en pésimas condiciones.