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Jerusalén en Tarata

El tiempo de lluvias trae ventajas y desastres, como todo en la vida. Nada es lineal y el contraste es precisamente su movilidad. Así, desde el solsticio de verano, cuando en el mundo indígena la ceremonia de las illas e ispallas se realiza para reproducir el ciclo agrícola, surgen extrañas formas de entender nuestro patrimonio.

Esta exuberante riqueza aún no ha sido catalogada en su totalidad, porque cada día crece, y debe ser un imperativo realizar tareas permanentes para su protección e invertir un importante presupuesto para ello, que luego retornará en beneficios por el turismo.

Nos llama, sin embargo, la atención una fuerte inversión supuestamente para enriquecer el patrimonio en la localidad de Tarata (Cochabamba), la ciudad del controversial presidente Mariano Melgarejo. Ocurre que el señor Alfonso Rojas    realizó un proyecto de un parque temático y lo presentó al alcalde Emilio Rojas, para reproducir algunos edificios emblemáticos de Jerusalén, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1981. Nada menos y nada más que en Tarata. ¡Cómo reaccionará el ajayu de Melgarejo al ver la Puerta de Damasco en sus narices!

La construcción se la inició hace tres años. El proyectista anuncia que, una vez que concluya la obra, “todos los que trabajen en este lugar se vestirán conforme a la época”. Me resulta bastante difícil imaginarme un llajtamasi con su turbante judío y a una c’ochala reemplazando su pollera por un traje bíblico. Seguramente también reemplazarán la chicha por el vino y el pan de Toco por el pan ázimo.

Además de la puerta de Damasco, que ya está concluida, se construirá la fachada del Gran Templo con sus 15 escalones y servirán para representaciones teatrales, seguramente  inspiradas en el Antiguo Testamento y habladas en arameo o hebreo, para dar mayor coherencia a su escenografía.

También está diseñado el mercado de la Vieja Ciudad de Jerusalén y, aparte de la puerta de ingreso, se erigirán otras como Sion, Leones, Herodes, Dorada, Estiércol y Jaffa, desde donde “enseñarán la Historia para toda la población, en especial para aquellos que aún se encuentran en etapa escolar y universitaria”, concluye el proyectista. Además, el proyecto contempla un cenáculo y la escenografía del Mar Rojo, dizque para representaciones de la Última Cena; nos imaginamos que a lo cochabambino: entrada k’allu o solterito con locotos de Aiquile, rociado con abundante chicha punateña, plato de fondo picante surtido y postre a elección, con fruta de la época o helado de chirimoya. El resultado sin duda será un destacamento de apóstoles muy bien nutridos, capaces de hacer corretear a las legiones romanas y a cuanto opositor se ponga al frente de este sacro proyecto.

El orgullo del municipio se basa en que la puerta y la réplica será la cuarta del mundo, ya que existen otras en Orlando (EEUU), Buenos Aires y Mallorca (España). Habrá que ponderar su originalidad, ya que el asunto costará la friolera de Bs 8,95 millones, de los cuales ya fueron invertidos Bs 1.095.454,29. La superficie que ocupa el proyecto es de cuatro hectáreas; y Emilio Rojas, el alcalde auspiciante, piensa pedir financiamiento al Gobierno para concluir esta obra. Seguramente convencido de que la tarea de descolonización que está emprendiendo en Tarata hará felices al Conamq, a las Bartolinas y sobre todo a los grupos de hermanos de las iglesias protestantes y evangélicas, del que sospechamos es un fiel seguidor; y por eso dispone de las arcas municipales para ganarse el paraíso con su IDH, que seguramente entendió como Inversión de Dios Hermano.

En tanto mi confusión se dispersa como humo de ofrenda kallawaya, estoy pensando que después del Carnaval iré a la Puerta de Damasco en Tarata, para purgar mis pecados y no gastar mis magros ahorros en un viaje a Jerusalén.

Es director del Museo Nacional de Arte.