El último censo nacional
El nuevo censo pudo haberse organizado mejor y con resultados más reales y confiables
El Presidente de la República dio a conocer los datos generales del último censo nacional, llevado a cabo en noviembre del año pasado. Según éste, el incremento poblacional del país sería de unos dos millones cien mil con respecto al censo de 2001.
Cabe mencionar que el censo anterior, el de 2001, tuvo un increíble aumento de habitantes con respecto al de 1992. Su tasa se elevó de 2,11% anual, que rigió de 1976 a 1992, a 2,74%, calculado desde 1992 hasta 2001. ¿Qué sucedió? Pues que el censo rural se efectuó tres días después del de las ciudades. Y ello pudo dar lugar a que muchísima gente que se había registrado en estas últimas, lo hicieran nuevamente en el campo. Y había un motivo valedero para ello, la Participación Popular, la cual establecía que las zonas rurales más pobladas recibirían mayores ingresos del Estado.
En el censo del año pasado, la tasa anual de crecimiento bajó a 2,36%, la cual todavía es mucho mayor que la de 1976-1992 (2,11%). Y eso es inexplicable, pues Bolivia no recibe inmigrantes sino más bien su población tiende a salir del país. Entonces, ¿cómo se produjo ese notable acrecentamiento? Pues porque se continuó con esa defectuosa costumbre de efectuar el empadronamiento en días distintos para las zonas citadinas y rurales. Esto da lugar indefectiblemente a que un notable número de habitantes se haya inscrito en ambos lugares.
Hasta ahora sólo se dio información del censo por departamentos. Respecto al de Santa Cruz, éste tuvo un incremento excepcional de 37% con relación al de 2001, llegando su población a 2.776.000 habitantes. Pero no se conoce todavía la relación entre la ciudad de Santa Cruz y el resto del departamento. En cambio, nuestro departamento de La Paz habría tenido un aumento de sólo 17%, llegando su población a ser muy semejante a la de Santa Cruz. Pero lo increíble ha sido el resultado en Cochabamba. Este departamento habría aumentado en 480 mil personas, desde el anterior censo. Mientras que La Paz, un departamento mucho más poblado y con muchas más condiciones de dar trabajo a la gente, sólo subió en 390 mil.
¿Qué pasó en Cochabamba? Sabemos que fuera de la coca, la cual sólo debe ocupar a unas 200 mil personas, ya casi no se trabaja en el campo cochabambino. Allí sucede lo mismo que en La Paz y otros departamentos, que los campesinos viven en la ciudad y van al campo sólo por unas semanas para sembrar y cosechar. Es decir, mantienen el campo abandonado. Ésa ha sido la obra de la Reforma Agraria. Convirtió al campo reformado en un erial, ya que el minifundio impide toda producción importante. Es por ello que el cochabambino, junto con el potosino, es el mayor emigrante de la nación. Entonces, ¿cómo se explica tan gran ampliación poblacional, pues ahora allí habría casi dos millones de habitantes?
Lo de Pando es verdaderamente sorprendente. Allí se habría doblado la población. ¿Pero, los nuevos habitantes de qué viven? Aunque se les hubiese dado buenos terrenos, es muy difícil que se puedan aclimatar y conocer la productividad de esas exuberantes tierras en tan poco tiempo. Lo más probable es que la mayoría de esas nuevas gentes vivan en otras zonas, y sólo vayan a Pando a sembrar y cosechar, como se hace en casi todo el resto del país, menos en la zona oriental.
Habiendo actualmente nuevas técnicas y mejores medios de comunicación, el nuevo censo pudo haberse organizado mejor y con resultados más reales y confiables. Pero el gran defecto de efectuar registros separados para la ciudad y para el campo, lamentablemente lo distorsionó, ya que mucha gente pudo empadronarse dos veces. Esto puede perjudicar a nuestra democracia, porque daría lugar a un posible fraude electoral. Además, si sus cifras están erradas, tampoco podrá contribuir correctamente a los futuros planes de de-sarrollo nacional para este segundo decenio del siglo XXI. Por todo ello, es loable la posición de la Presidenta del Senado, quien manifestó que sería conveniente hacer posteriormente una auditoría electoral.