Metida de pata
¿Este ‘error’ fue una medida sensacionalista, o es parte de la línea informativa del periódico El País?
Como “metida de pata” ha sido calificada la publicación de una fotografía por el periódico madrileño El País, en portada, en la que aparece un paciente entubado, que se dijo era el presidente venezolano, Hugo Chávez. La edición impresa fue retirada a las pocas horas de circulación, y la versión digital fue modificada. Al parecer, alguien con buen tino en el periódico se dio cuenta del embuste y logró retirar la portada fraudulenta que mostraba a un Chávez agonizante.
Para muchos no queda claro si este “error” fue una medida sensacionalista por elevar el nivel de ventas, recurriendo al morbo y a la truculencia, o es parte de la línea informativa del periódico, manifiestamente contraria a los regímenes de izquierda en América Latina.
A nuestro modesto entender, calificar de “metida de pata” a la truculenta publicación de El País no es apropiada, porque “se mete la pata” cuando se comete un error aislado, cosa que es normal y hasta justificable. Pero, si uno analiza la forma cómo este periódico presenta las informaciones provenientes de América Latina, existen suficientes elementos para pensar que no es un simple error. En los últimos años es notorio cómo El País amplifica los aspectos negativos de los regímenes populares que gobiernan gran parte de nuestros países, mientras ignora o minimiza logros sociales y económicos que hasta el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial admiten.
Es notorio en dicho periódico el esfuerzo por estigmatizar a los líderes latinoamericanos que, salidos de segmentos pobres de la población o representándolos, han realizado grandes esfuerzos para reducir la desigualdad, disminuir la dependencia, recuperar los recursos naturales y asumir una política económica soberana que evite que nuestras economías se hundan cuando entran en crisis los centros capitalistas del norte, como le ocurre por ejemplo ahora a España, cuyo deterioro económico es tan grave, que las reducciones salariales son noticias todos los días, y ha llevado al 26% de la población activa de dicha nación al desempleo.
La mentalidad colonial de El País es tan evidente, que desde sus columnas, pese a que España no es el mejor ejemplo de bienestar y respeto a los derechos sociales, se atreven a juzgar, dar consejos y hasta recetar lo que deben hacer nuestros países, que dicho sea de paso, en la última década han logrado (como nunca en su historia) reducir los niveles de desigualdad, marginalidad económica y aumentar el nivel de vida de sus pobladores.
La truculenta publicación en la portada de un moribundo identificándolo con el presidente Chávez no es una “metida de pata”, es parte de una política cuyos impulsores han perdido la noción que diferencia la verdad de la fantasía, y la línea divisoria entre la realidad y sus deseos.