Ni sueño ni pesadilla
La reelección de Evo Morales no es ni sueño ni pesadilla, es un asunto que la CPE ya ha resuelto
La segunda semana de febrero habrá de quedar en la memoria política del proceso de cambio como la semana de las consultas “por de más”. Efectivamente, el presidente Evo Morales hacía alusión —con esas palabras— a la “consulta” presentada por la Cámara de Senadores sobre la reelección presidencial. Así, la cuestión de una nueva candidatura se puso en la mesa. Podía ser más temprano o más tarde, el tema era inevitable y ocurrió temprano.
La reelección presidencial se mueve entre dos artículos constitucionales aparentemente contradictorios entre sí. El artículo 168 establece que “El periodo de mandato de la Presidenta o del Presidente y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”.
¡La disposición transitoria primera, romano II, establece que “Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”. Las palabras clave aquí son “periodo de mandato”, y que consta de “cinco años”, la temporalidad constitucional es la base, por tanto, de una eventual reelección.
No existe “mandato” si no se cumplen cinco años, in stricto sensu. Por lo tanto, la aplicabilidad de la disposición transitoria primera, en su romano II, está en punto muerto, ya que señala: “Los mandatos anteriores”, es decir, mandatos gubernamentales de cinco años. Y en el caso del presidente Evo Morales, él gobernó de enero 2006 a enero de 2009. ¡Cuatro años con la vieja Constitución Política! Es decir que no cumplió cinco años de gobierno, por lo tanto, no hubo mandato para conteo constitucional.
Así, Evo Morales tiene la posibilidad abierta para ser reelegido, ya que (como lo vimos), en cumplimiento estricto de la Constitución en su artículo 168, entre 2006 y 2009 no cumplió cinco años, sino sólo cuatro; por tanto, no hay periodo computable, el único periodo computable será el que se cumpla en 2015. Por lo señalado, la reelección del presidente Evo Morales no es “ni sueño ni pesadilla”, sino un asunto que la misma Constitución ha resuelto en su estructura programática.
El legislador, como cualquier ser humano, defiende ideas, sueños, proyectos. Unos quieren retornar al pasado neoliberal, otros quieren acelerar el paso al socialismo comunitario, unos quieren retornar a sus prácticas neoliberales genocidas y antipatrias, otros están construyendo dignidad a mano y sin permiso. Nada más ni nada menos.