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60% actitud + 40% aptitud

Hace 16 años tuve el siguiente diálogo en una entrevista de trabajo: —Por favor joven, ¿podría usted mencionar uno de sus mayores logros personales hasta la fecha? —Mhhhh, considero que el hecho de haber terminado mi carrera profesional es un logro interesante, respondí.

—Discúlpeme, me dijo con cierta molestia e impaciencia, le he preguntado por un logro personal, que explique un hecho y destaque alguna característica de su personalidad. Porque el hecho de haber concluido su carrera profesional no demuestra un gran logro, simplemente ha cumplido un requisito que le permite ahora, y a los 50 jóvenes que esperan afuera, poder sentarse en mi silla e intentar acceder a una oportunidad laboral. Ahora, por favor, ganemos tiempo y cuénteme de un logro  que realmente demuestre una característica personal y diferenciadora.

Cuando tuvo lugar esta entrevista, el conocimiento técnico no era tan accesible como ahora gracias a internet. Hace 15 años, la forma más común de conseguir conocimiento en el país era a través de un libro o una fotocopia, más aun en la época universitaria. Es decir, el acceso a conocimiento técnico era una fuente de ventaja. Pero en la actualidad, este acceso  es casi universal, en casi cualquier idioma, y en muchos casos es hasta gratuito. Además, los libros digitales hacen aún más fácil el fenómeno; pese a que en los países en vías de desarrollo el acceso masivo a internet todavía tiene restricciones.

Ahora bien, el objetivo principal de esta columna es remarcar el hecho de que el acceso al conocimiento, a través de internet, más o menos homogéneo, está cambiando velozmente la forma cómo  las personas profesionales o no, están compitiendo en el mercado laboral. De allí que las habilidades actitudinales vienen cobrando tanta importancia como el mismo conocimiento, dependiendo del tipo de profesión, oficio o actividad que se realice. En efecto, habilidades como el saber trabajar en equipo, tener una orientación a resultados y objetivos claros, honestidad y ética, tener una buena red de contactos, escribir y redactar correctamente, autoestima, facilidad de palabra y convencimiento, habilidad de ventas, resolución de conflictos, perseverancia, entre muchas otras, resultan de creciente importancia a la hora de buscar una oportunidad laboral.

Así, el desafío para países en vías en desarrollo es promover un sentido de urgencia para reestructurar la forma en que nuestra fuerza laboral joven, y no tan joven, adquiere y construye este tipo de habilidades. La construcción y desarrollo de estas habilidades actitudinales requieren, primero, que los padres se den cuenta de esta tendencia en el mercado laboral, y apoyen a sus hijos en el hogar con una educación que promueva ese tipo de aptitudes. Los colegios son el siguiente peldaño en el desarrollo de estas habilidades, que se pueden construir progresivamente desde la educación básica.

En resumen, con un acceso promedio a algún tipo de conocimiento técnico, sumado al desarrollo de excelentes habilidades actitudinales y un buen nivel de inglés, el acceso a oportunidades en el mercado laboral no debiera resultar muy complicado, en cualquier país. El tema es que el veloz acceso al conocimiento técnico en el mundo, a través de internet, hace que el desarrollo de habilidades actitudinales requiera la misma o mayor velocidad, para poder ser realmente competitivo en el  mercado laboral y/o en el mercado de bienes y servicios, en todo momento.