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La verdadera herencia de Chávez

Aunque ya ha corrido mucha tinta sobre el recientemente fallecido Comandante Hugo Chávez, existe a mi modo de ver algo que es fundamental sobre su legado, y que el padre José Gramunt quiso omitir en su columna dominical de La Razón del 10 de marzo último. En dicha columna, el reverendo Gramunt señaló que Chávez dejó a Venezuela con problemas económicos sumados a una notable inseguridad ciudadana. También calificó de “inmoral” que el cuerpo del Comandante hubiese sido utilizado presuntamente con fines políticos.

En respuesta a sus apreciaciones, hay que señalar, en primer lugar, que existe una razón elemental por la que Chávez alcanzó el nivel de leyenda aun estando en vida, y fue el hecho de que recuperó el petróleo para Venezuela, porque hasta antes de su llegada al poder, el 99% de las utilidades de éste se iban directamente a Estados Unidos; mientras que el 1% era para Venezuela, situación que Chávez tuvo el coraje de revertir.

El control del gobierno chavista sobre PDVSA fue un acontecimiento histórico, porque con ello Venezuela recuperó no sólo su dinero, sino también su dignidad. Este argumento, de por sí demoledor, no es el único por el que Chávez fue y es idolatrado por millones de personas en América Latina. Chávez no fue elegido presidente por casualidad. Antes de él y durante 40 años, Venezuela era una propiedad ajena, donde los gobiernos, tanto de Acción Democrática como del COPEI, gobernaban para los ricos, mientras que el 80% de la gente pobre era tomada en cuenta sólo cuando había elecciones, para pedirle su voto.

Otro aspecto que el padre Gramunt se niega a mencionar es la redistribución de la riqueza durante los gobiernos de Chávez, mediante diferentes políticas como las misiones de salud, las educativas y las denominadas “barrio adentro”, que realizaron un esfuerzo para fomentar la economía social.

Esas fueron las razones que mantuvieron en el poder a Chávez durante 14 años; y que de seguir con vida continuaría detentando con el respaldo de su pueblo. Pero no es así, Chávez ha partido hacia la inmortalidad tras una larga y humana lucha por la vida. Pero que haya fallecido no quiere decir que su pueblo y millones de latinoamericanos dejen de quererlo, tanto por sus acciones como por el amor al pueblo, las que definitivamente “no son poca cosa”. Además, Hugo Chávez ha modificado el rostro de América Latina con su ejemplo. Ha dicho claramente que en Venezuela no se lame las botas de los gringos. Y con ello ha devuelto a su país no sólo su dinero, sino también su dignidad.

El sacerdote finalizó su nota comparando la enfermedad y el deceso de Chávez con la novela Don Juan Tenorio de José Zorrilla, y las calificó como una “farsa”. Con respeto a la investidura de Gramunt, debo decir que no es creíble que el Comandante hubiese fingido una enfermedad, la que no se puede desear a nadie, y que al contrario, amaba la vida, justamente para seguir trabajando por los pobres.

A mí modesto entender, el legado más grande que Hugo Chávez dejó a nuestro continente fue el de devolvernos la dignidad, algo que para mí, tiene mucho más valor que el dinero.