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Tambo Quirquincho

La única casa de un cacique aymara, de la Colonia, en pie de las muchas que hubo en la América hispana, y que de paso mantiene el nombre totémico de la autoridad, Quirquincho, está en La Paz. Y atestigua los esfuerzos de autoridades y ciudadanos para conservar el patrimonio.

Como parte de esos esfuerzos, destaca el de los esposos José de Mesa —fallecido en 2010— y Teresa Gisbert. Sin ellos, mucho de lo que hoy se puede ver en pie no existiría. Fue al arquitecto Mesa que se le ocurrió pensar, cuando se estaba derruyendo el cine Ebro, en la calle Genaro Sanjinés, allá por los ochenta, que en los cimientos tenían que estar las piedras del antiguo y exquisito convento de las Concepcionistas, obra de arquitectura mestiza. Consiguió obreros municipales para excavar y sus sospechas resultaron ciertas. Del fondo de la tierra, literalmente, salvó los arcos que hoy se lucen en el patio del Tambo Quirquincho.

Fue igualmente empresa suya y de su  compañera, la arquitecta Teresa Gisbert, que el arco de piedra que estaba en la casa de otro cacique sea recuperado. Al menos esa pieza se salvó de la destrucción y hoy se integra a una de las fachadas del Quirquincho. Tiene que amarse mucho a un país para resguardar su memoria para los que vienen.