El periodismo está de luto. Tras luchar durante un año contra el cáncer, ayer murió Lorenzo Carri. Uno de los profesionales más destacados del ámbito periodístico que trabajó —siempre con excelencia— en los principales canales, radios y periódicos del país (entre éstos La Razón, donde fue director y luego columnista del suplemento Marcas hasta su partida).
Carri nació el 5 de septiembre de 1933 en Pasteur, un pequeño pueblo argentino de la provincia de Buenos Aires. Llegó a Bolivia a fines de 1959 y nunca más se fue. Pues aquí, a los 26 años, se encontró con su destino, como diría Borges, y no sólo como periodista, sino también como formador de otros comunicadores, que encontraron en él un modelo a seguir.
Y es que su trabajo siempre fue sobresaliente, entre otras razones, gracias al cuidado con el que presentaba, analizaba y comentaba la información, empleando para ello estadísticas y contexto, a través de una mirada profunda y peculiar. También descolló por la ética, transparencia y dedicación con las que realizaba su labor. Virtudes que por ejemplo fueron fundamentales para mantener el equilibrio y el trabajo periodístico de este diario, cuando aceptó dirigirlo en una difícil época de transición, entre abril y julio de 2003.
A finales de los sesenta, a través de La verdad desde la cancha, programa difundido por la emisora del Estado boliviano, irrumpió en las transmisiones deportivas radiales con un libreto fresco y ameno. Luego se sumó al equipo de Radio Deportes, de los hermanos Remberto y Gróver Echavarría, relatando y comentando partidos de fútbol. Emisión cuyos ratings de audiencia eran difíciles de alcanzar.
No obstante su labor no se limitó al ámbito deportivo, dirigió también excelentes programas culturales. El caso por ejemplo de Enfoques, dirigido por Cucho Vargas, que marcó el inicio de su carrera radial en el país. También condujo Aquí, Argentina, en radio Cristal, una suerte de ventana que le permitió traer hasta Bolivia el quehacer cultural y artístico de su país natal.
Posteriormente incursionó en la prensa escrita, creando junto con su colega Miguel Velarde Tapia Hoy Deportivo, un suplemento a color en tamaño tabloide que revolucionó la forma de presentar y abordar la información deportiva en el país. Sus notables cualidades periodísticas lo condujeron luego hasta la pantalla chica, donde dirigió proyectos televisivos sobresalientes, el caso por ejemplo de Estudio Abierto, especializado en entrevistas.
Por su destacada labor, recibió (junto con otras personalidades) la ciudadanía boliviana a través de una inédita resolución suprema promulgada por el gobierno de Jaime Paz Zamora. Justo reconocimiento, pues el país y los bolivianos le debemos mucho a Don Lorenzo Carri, un periodista de lujo, que entregó su talento, trabajo y dedicación para hacer de este suelo uno mejor, más justo e informado.