La familia en el centro
La lucha por la supervivencia económica fomenta el conflicto, el alcoholismo y la violencia
En 2010, Aldeas Infantiles SOS Bolivia llevó a cabo la investigación Análisis de la situación de los niños y niñas en Bolivia. Los resultados dieron cuenta de que la desnutrición crónica afecta al 21% de los niños en Potosí, Oruro y Sucre, y se constituye todavía en una causa de mortalidad infantil. Estas estadísticas aumentan al considerar que seis de cada diez niños abandonan la formación regular y menos del 7% de los menores de seis años accede a servicios educativos. Esta investigación además refiere que siete de cada diez niños sufren algún tipo de violencia y que aproximadamente 800.000 trabajan.
En estas cifras se reflejan no sólo las condiciones en las que se desarrollan los 5 millones de niños, niñas y adolescentes que conforman la población, sino la situación que enfrentan las familias bolivianas. Y es que la crisis económica tiene un impacto muy fuerte en las capacidades de cuidado de los padres y madres; pues la lucha por la supervivencia económica fomenta el conflicto, la depresión, el alcoholismo o la violencia. El creciente desequilibrio entre el trabajo y la vida personal está exprimiendo las capacidades de los padres para dedicar tiempo a sus hijos.
Desde hace 44 años, Aldeas Infantiles SOS ha tratado de responder a la situación de los niños en riesgo de perder a sus familias o que ya las perdieron desde un enfoque basado en el derecho a crecer en una familia y con una visión de corresponsabilidad con las comunidades, y de apoyo al Estado para que cumpla su responsabilidad.
Desde el día en que planteamos que un niño que perdió a su familia no debía crecer en un orfanato, separado de sus hermanos y sin establecer ningún vínculo afectivo, rebatimos los métodos tradicionales de atención, brindando una familia de acogida a los niños en orfandad o abandono, un lugar donde puedan crecer amados y protegidos; pero también respaldamos a las familias más vulnerables. Empero, las cifras de la situación de los niños y niñas son un llamado de atención al desarrollo humano de nuestro país y nos demuestran que ésta es una tarea en la que todos estamos llamados a actuar.
En este llamado a la acción que promovemos, entendimos que las cifras frías tal vez no evoquen en nosotros la cercanía necesaria para sensibilizarnos sobre el impacto negativo de vivir sin una familia, pero sí lo hacen nuestros propios recuerdos de la infancia. Recordar por ejemplo el momento en el que preparábamos la comida favorita, el aroma de mamá cuando nos acariciaba o el abrazo de papá cuando nos consolaba. Esos son los momentos que sólo una familia es capaz de construir y los que tratamos de darles a los niños, niñas y adolescentes en Aldeas Infantiles SOS, para que un día, cuando sean adultos, evoquen esos sentimientos de plenitud por haber crecido con una familia.