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Papel higiénico

La inédita noticia sobre el desabastecimiento de papel higiénico en Venezuela provocó no sólo surtidos comentarios y bromas, sino incluso análisis económicos y especulaciones sociológicas. Nada comparables a la justificación brindada por un funcionario del Instituto de Estadística venezolano: hay escasez de papel higiénico porque “la gente, definitivamente, está comiendo más”. Para enfrentar el fenómeno prevén importar 50 millones de rollos.

A reserva del problema de desabastecimiento —y sus causas— en la Venezuela de Maduro, resultan interesantes algunas reacciones, infaltables, en nuestro país. Así por ejemplo, con buen olfato periodístico pero evidente afán comparativo, un medio colega difundió la información de que entre 2000 y 2012 la importación de papel higiénico subió en 367%. La noticia no muestra un problema de escasez, sino de producción nacional.

Y no faltó un político de la oposición —nada menos que el jefe de bancada de Convergencia Nacional— que expresó oficialmente su preocupación ante una posible escasez de papel higiénico en Bolivia… “como en Venezuela”. Más todavía: aseguró que estamos al borde de una crisis que, por supuesto, “sería culpa del Gobierno” (en referencia al aún malogrado proyecto de la estatal Papelbol).