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Encuestas parciales

Lo de parciales en este caso no significa que se parcialicen, sino que expresan una parte. Nos referimos a las periódicas encuestas de opinión sobre diversos asuntos públicos y, en especial, a las encuestas de intención de voto. Más allá de su enfoque, se trata de estudios siempre parciales no sólo por su alcance y límites metodológicos, sino por su componente —que no puede “medirse” ni menos “controlarse”— de contingencia.

El jueves publicamos los datos de una encuesta realizada por Captura Consulting. Se indagaba en ella la aprobación de la gestión presidencial, percepciones sobre la reelección y, claro, preferencias electorales. Lo que nunca se dirá lo suficiente es que las personas consultadas viven en cuatro ciudades del eje central. Es decir, se excluye a las otras ciudades capitales e intermedias así como a la población rural.

Es importante subrayar esto, aunque uno sea más o menos escrupuloso en publicar la ficha técnica del estudio, porque con frecuencia se cae en la tentación de presentar este tipo de resultados como si se tratase de una encuesta nacional o, peor, como “la realidad”. Así, no faltan generalizaciones como “la opinión del país” o “así piensan (o votarían, en este caso) los bolivianos”. Parciales. Las encuestas siempre serán fotografías parciales.