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Thursday 25 Apr 2024 | Actualizado a 00:40 AM

Argentina y las Islas Malvinas

La soberanía argentina sobre las Malvinas no es un capricho ni una mera cuestión geográfica

/ 15 de junio de 2013 / 06:15

El 10 de junio, la Nación Argentina recordó la creación en 1829 de la “Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico”, por decreto del gobernador interino de Buenos Aires, brigadier General Martín Rodríguez, mediante el cual las Provincias Unidas reafirmaron sus derechos de soberanía sobre dichos territorios. El 14 de noviembre de 1973, la Ley N° 20.561 estableció el 10 de junio como el “Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, Islas y Sector Antártico Argentino”.

El extenso archipiélago denominado Islas Malvinas se halla ubicado en el Atlántico Sur, íntegramente situado dentro de la plataforma continental argentina. No obstante ello, la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas no es un capricho ni una mera cuestión geográfica, sino que tiene su origen histórico en nuestra Independencia. El Reino Unido, en cambio, sólo puede argumentar el dominio por medio del uso de la fuerza. Así lo demuestran los diversos hechos históricos narrados a continuación.

Las Islas Malvinas fueron descubiertas en 1520 por integrantes de la expedición de Magallanes. Las Bulas Pontificias y el Tratado de Tordesillas de 1494 son los primeros instrumentos que reflejan los títulos de España de acuerdo con el derecho internacional de la época. Toda la región austral de América, con sus costas, mares e islas, quedó indiscutiblemente preservada bajo la soberanía española a través de los diversos tratados suscriptos en este periodo, como el Tratado Americano de 1670 entre España e Inglaterra. La Paz de Utrecht, firmada en 1713, aseguró la integridad de las posesiones de España en América del Sur y confirmó su exclusividad de navegación en el Atlántico Sur. Inglaterra aceptó dichas cláusulas como signataria de los acuerdos de Utrecht y de tratados posteriores del siglo XVIII que lo ratificaban.  En 1749, España se enteró de un proyecto británico para establecerse en las Islas Malvinas y protestó firmemente ante el Reino Unido, cuyo gobierno desistió de llevarlo a cabo.  En 1764 fue Francia la que manifestó interés en las Islas Malvinas, creando un establecimiento al que denominó Port Louis en la Isla Soledad. España se opuso enérgicamente y obtuvo el reconocimiento de Francia de los derechos españoles a las islas, la desocupación del archipiélago y su entrega formal a las autoridades españolas.

Poco después de la instalación francesa, el Reino Unido volvió a manifestar sus intenciones de apropiarse de las islas, esta vez a través de una expedición que llegó clandestinamente al archipiélago y levantó un pequeño fuerte que llamaron Port Egmont, en una isla situada al oeste de la Gran Malvina. Pese al secreto de la operación, España tuvo conocimiento de ello, protestó insistentemente, y como no obtuvo una respuesta aceptable en 1770, expulsó a sus ocupantes. Los dos países estuvieron al borde de la guerra, llegándose en 1771 a un acuerdo plasmado en dos declaraciones: en una de ellas España restituía a los británicos Port Egmont haciendo reserva expresa de su soberanía sobre la totalidad del archipiélago de las Islas Malvinas, y una aceptación de la Declaración en la que Gran Bretaña guardaba silencio acerca de la reserva de derechos española. Como parte del acuerdo se convino que los ingleses se retirarían de Port Egmont a breve plazo, lo que efectivamente ocurrió en 1774. Desde entonces las autoridades españolas con asiento en Puerto Soledad continuaron ejerciendo su jurisdicción y control sobre la totalidad del archipiélago. En 1790, con la firma del tratado de San Lorenzo de El Escorial, Gran Bretaña se comprometió a no formar ningún establecimiento en las costas de América Meridional ni en las islas adyacentes ya ocupadas por España, cuál era el caso de las Malvinas; no obstante los ingleses fueron rechazados en dos oportunidades, en 1806 y 1807, en su intento de invadir Buenos Aires. La sucesión de gobernadores españoles en las Islas Malvinas, 32 en total, fue continua hasta 1811.

A partir de la Revolución de Mayo de 1810, las Islas Malvinas fueron consideradas por los primeros gobiernos argentinos como parte integrante del territorio heredado de España. En 1820, el Coronel de la Marina argentina David Jewett tomó posesión de su cargo en las Islas Malvinas en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata, en un acto llevado a cabo públicamente en Puerto Soledad, ante loberos y balleneros de varias nacionalidades, entre ellos estadounidenses y británicos. La noticia fue publicada en medios de EEUU y del Reino Unido (diario Times de Londres del 3 de agosto de 1821). Pese a la publicidad del acto llevado a cabo por la Argentina, ni en esa ocasión ni más tarde en el proceso de reconocimiento del Estado argentino, que culminó con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación de 1825, Gran Bretaña formuló manifestación alguna de eventuales pretensiones sobre las Malvinas.

Después de haber mantenido silencio por más de medio siglo desde el episodio fugaz de Puerto Egmont, y luego de haberse sucedido sin oposición alguna administraciones españolas y argentinas en las Islas Malvinas, es recién en noviembre de 1829 que el Reino Unido, en el marco de un renacimiento de su interés estratégico en el Atlántico Sur, presentó una protesta contra la decisión del 10 de junio de ese año. Poco tiempo después, el 3 de enero de 1833, una corbeta de la Marina Real británica por un acto de fuerza expulsó a las autoridades argentinas que se negaron a reconocerle autoridad alguna. Este acto, llevado a cabo en tiempo de paz, fue inmediatamente rechazado y protestado por las autoridades argentinas. El 22 de enero de ese mismo año, el Ministro de Relaciones Exteriores argentino presentó una protesta formal ante el funcionario británico, que fue renovada y ampliada en reiteradas oportunidades por el representante argentino en Londres. Las reiteradas presentaciones argentinas ante el Gobierno británico tropezaron invariablemente con respuestas negativas.

La cuestión quedó pendiente y así lo reconoció el Secretario de Asuntos Extranjeros británico en 1849 en una comunicación oficial. Por el lado argentino, la cuestión continuó planteándose a distintos niveles del gobierno y fue objeto de debates en el Congreso de la Nación. En 1884, ante la falta de respuesta a las protestas, la Argentina propuso llevar el tema a un arbitraje internacional, lo cual también fue rechazado por el Reino Unido sin dar razones. Los sucesivos gobiernos argentinos continuaron presentando, sin éxito, protestas ante el Reino Unido y realizando en cada oportunidad propicia, y en los organismos internacionales, las presentaciones y reservas en defensa y preservación de sus derechos de soberanía sobre los archipiélagos disputados.

El pueblo y Gobierno argentinos ratifican hoy el mandato histórico reflejado en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional, de su permanente e irrenunciable determinación de recuperar por la vía pacífica de las negociaciones diplomáticas el ejercicio pleno de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.

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La improvisación al poder

Una reflexión sobre diversos incidentes que se vienen dando en la región.

Javier Milei manipula su teléfono celular durante un acto

Por Ariel Basteiro

/ 21 de abril de 2024 / 06:06

Dibujo Libre

En apenas cuatro meses de Gobierno de Javier Milei en Argentina, éste ha provocado un nivel alto de desastres, improvisaciones, mostrando ignorancias de lo que es la cosa pública, actitudes erráticas en políticas a implementar, desconocimientos de cómo manejar las relaciones diplomáticas o las comerciales con otros países. Claramente, esto se ha puesta de manifiesto en la gestión Milei. La suma de continuos papelones llevados adelante en las relaciones internacionales de nuestro país, aparte de poner de manifiesto desubicación y desaprensión de como relacionarse con cualquier persona que no piense o actué en coincidencia con la ideología conservadora reaccionaria bautizada hoy como libertaria.

Los dichos y declaraciones del presidente Milei en este corto periodo de Gobierno generaron malestar, respuestas, pedidos de explicaciones o directamente ruptura de relaciones diplomáticas del amplio marco de presidente y gobiernos del mundo, solo un reducido grupo de sionistas fanáticos religiosos acompañaron o festejaron su presencia en oscuros y desconocidos ámbitos para recibir desconocidos y oscuros premios. En ese camino triunfal hacia el aislamiento internacional, con el sólo reconocimiento de los Estados Unidos e Israel, mientras el mundo ve atónito como se enfrenta y genera todo tipo de rispideces con presidentes de Latinoamérica y referentes internacionales. Así es que maltrato e insultó al presidente Lula Da silva tratándolo de corrupto; de representante del maligno en la tierra y comunista al jefe de la iglesia católica, su connacional, el Papa Francisco: al presidente Manuel Andrés López Obrador lo categorizo de ignorante y despotrico; llamó asesino y terrorista a Gustavo Petro. A Nicolas Maduro, aparte de primero llamarlo dictador, le roba el avión de la empresa venezolana Emtrasur para que terminara desguazado en los EEUU. Milei provoca un conflicto diplomático con uno de sus socios comerciales más importantes, China, quien solicitó explicaciones al Gobierno argentino por declaraciones inexactas de acuerdos económicos y financieros. La desafortunada relación de la canciller Diana Mondino, al recibir en su despacho a representantes de Taiwan (algo que Argentina nunca hizo antes), territorio reclamado por China. Los conflictos con Rusia y la colaboración con Ucrania en una guerra donde lo que se debería hacer es ayudar a lograr la paz, donde el gobierno de Milei dona material bélico a Ucrania. Silencio sobre el genocidio palestino por parte de Israel y el sólo reconocer el ataque de Hamas a colonos israelitas, poniendo en práctica una doble vara muy utilizadas en las filas libertarias. Irrumpir en las políticas internas en otros países, como en España , Brasil o los propios EEUU, participando dentro de esos países en actos partidarios de la oposición y, como si esto fuera poco, esta semana las declaraciones de Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad del gobierno de Milei, que generaron un conflicto diplomático con Bolivia y Chile al acusar presencia de grupos armados del Hezbollah en el norte de chile, y casi un ejército iraní en la frontera boliviano argentina, lo que provocó un fuerte y lógico reclamo de ambos países, pidiendo retractación y las disculpas del caso.

Mientras tanto, la ministra Bulrrich, seguramente recibió esa teoría conspirativa, de la presencia de lo que ella llama grupos terroristas en ambos países, desde alguna fuente o usinas de información e inteligencia que buscan generar desestabilización entre los países de la región. Y a las que el gobierno de Milei de manera obediente cumple solícitamente los deseos de sus mandantes.

Todo esto demuestra cómo entiende el mundo y las relaciones diplomáticos el gobierno de Milei; es decir, entiende poco y mal, sin darse cuenta que todo esto es perjudicial desde el punto de vista comercial, político y económico para los intereses de Argentina y su pueblo.

Por eso es que desde el parlamento argentino es necesario e imperioso pedir las explicaciones llamando a una interpelación a la canciller con el objetivo de advertir, y si es posible explicarle, cuál es su función y como debe hacerla, toda vez que está claro que no lo sabe ni ella ni ningún ministro del gabinete mileista y, obvio, ni el mismísimo Milei

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Es de lamentar que en tan poco tiempo se tire por la borda la política de Estado que se tuvo hasta el momento con el reclamo de soberanía en Malvinas; que se ponga en peligro la presencia de Argentina en el grupo G20, logro alcanzado en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner; negarse a participar de los BRICS, el acuerdo comercial de las grandes economías que más comercializan con Argentina; desconocer Mercosur, Unasur y toda estructura existente y que permitía a la región de la cual somos parte trabajar y negociar en función del bienestar de nuestros pueblos.

Como en la economía, la educación, la salud, ciencia y tecnología, derechos sociales y civiles la política exterior argentina se vio afectada y en proceso de descomposición. Lo que se tardará en reconstruir lo destruido en estos meses puede llegar a ser eterno. Hacia adelante, es posible que muchos de los votantes de Milei, castigados por lo brutal del ajuste, se sumen a los millones que ya empiezan a reclamar. La gobernabilidad, para un gobierno sin prácticamente presencia parlamentaria, será extremadamente dificultosa. En definitiva, el único responsable, más allá de la búsqueda de chivos expiatorios, será el propio Milei.

(*)Ariel Basteiro es exembajador de Argentina en Bolivia

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La patria, ante una encrucijada

Ariel Basteiro

/ 25 de mayo de 2023 / 09:21

Este 25 de mayo, en la República de Argentina se conmemora el aniversario 213 del primer gobierno patrio que surgió a partir de las luchas independentistas que empezaban a darse en todo el continente con el objetivo de liberarse del yugo español y empezar a escribir desde estas nuevas tierras una nueva historia que llevara a los nuevos patriotas a fijar nuevas formas de gobierno, libres, independientes y autónomas.

Este año también en Argentina se recuerdan los 40 años de la recuperación democrática luego de la larga noche de terror que generó la última dictadura militar que llevó adelante un golpe de Estado para terminar con un gobierno democrático, aplicando la estructura represiva más sanguinaria y salvaje que se tenga memoria en Argentina, el continente y el mundo.

Esta dictadura dejó 30.000 desaparecidos, exiliados, presos políticos, más de 500 niños robados a sus familias y apropiados directamente por los amigos o familiares de los mismos torturadores.

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También, como una casualidad de la historia, este 25 de mayo se dan dos fechas simbólicas en el calendario de los gobiernos populares en Argentina. Un 25 de mayo de 1973 asumía Héctor El Tío Cámpora, con quien se terminaban 18 años de proscripción al peronismo en una Argentina en la que durante todo ese tiempo estaba prohibido nombrar a Perón; creyendo, desde ese poder agazapado que siempre existió, que un decreto, una ley, podían hacer acallar y olvidar a un pueblo de su líder, de aquel que había permitido con su gobierno darle dignidad a los trabajadores, a la niñez y a la ancianidad.

Y también este 25 de mayo se cumplen 20 años de la llegada de Néstor Kirchner al gobierno, abriendo una etapa en la historia reciente que permitió terminar con el neoliberalismo salvaje que azotó a la Argentina durante la década de los 80, 90 y terminó con la crisis de 2001.

Néstor Kirchner asumió el gobierno con apenas un 22% de votos y en apenas un año, a partir de buscar reformas profundas a políticas que el establishment no quería modificar desde hacía años, logró un gran apoyo popular que fue ganando terreno paulatinamente entre la sociedad argentina, que vio en este flaco, llegado desde la Patagonia más profunda, valentía y agallas para desendeudar al país, aplicando políticas de reparación, memoria, verdad y justicia; y alineándose con Latinoamérica, bregando por la patria grande y mejorando la calidad de vida de los trabajadores y los más necesitados.

20 años después de Néstor, 50 años desde el gobierno de Cámpora, 40 desde la recuperación de la democracia y 213 desde el primer grito libertario, Argentina se apresta este 25 de mayo a vivir una jornada especial que muchos creemos histórica. Allí, Cristina Fernández de Kirchner, desde la histórica Plaza de Mayo con el centro de Buenos Aires repleto de pueblo, ella que hoy está proscripta, empezará a escribir el futuro para darle pelea a la derecha y extrema derecha ante un año electoral que no solo prevé el futuro para Argentina sino para toda la región.

Los 25 de mayo, Día de la Patria, siempre el pueblo ha sido determinante para escribir el futuro y hoy, no será la excepción.

(*) Ariel Basteiro es embajador de Argentina en Bolivia

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Malvinas, 41 años

/ 3 de abril de 2023 / 00:43

El 2 de abril conmemoramos el Día de los Veteranos, Veteranas y de los Caídos en la guerra de las Malvinas; claro que no es la única fecha que existe en el calendario malvinero, pero sí es en esa historia de lucha que lleva adelante un pueblo por la reivindicación de soberanía en territorios que les pertenece. Es la última y más significativa; 650 soldados argentinos caídos en combate, las Islas y el mar así lo confirman. Hablamos de Malvinas y la República Argentina como una unidad conceptual, reivindicando la integridad territorial como el derecho que nos permite reclamar soberanía sobre esas Islas.

Hace 41 años se iniciaba la guerra de las Malvinas. La decisión tomada por la dictadura militar en Argentina hizo que mediante una operación militar se ocupara ese territorio, decisión asumida en soledad por esa junta militar y que, pese a ello, el pueblo acompañara la medida por ser una reivindicación histórica de Argentina, nunca atendida por el Reino Unido, que permanentemente se negó a entrar en negociaciones o atender el reclamo.

Todo el proceso de usurpación se inicia en enero de 1833 y, a lo largo del tiempo, Argentina nunca dejó de hacer los reclamos correspondientes. Incluso, en los últimos tiempos hubo que salir a desmentir la “teoría” británica que dice que en el acuerdo firmado en 1849 entre la Argentina y el Reino Unido, cuando finalizó el intento de libertad de navegación por los ríos argentinos que quería imponer la potencia colonial; en ese tratado de paz solo se referenció al tema de los ríos Paraná y Uruguay, nada se especifica sobre Malvinas y el reclamo de soberanía que nuestro país siempre sostuvo.

A partir de ello, todos los gobiernos argentinos siguieron levantando el reclamo de soberanía sobre las islas, y ya con la creación de Naciones Unidas, se lleva el pedido a ese ámbito, habiendo logrado la política exterior argentina firmes y claras resoluciones de asambleas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), acompañando la demanda argentina de iniciar negociaciones por la soberanía de las Islas.

La causa Malvinas es una política de Estado que Argentina lleva adelante desde siempre, incluso es el único tema de política exterior fijado como precepto en la Constitución Nacional, y en todo ese proceso hubo una sola interrupción llevada adelante por el gobierno de Mauricio Macri, que firmó el escandaloso y vergonzante comunicado conocido como Foradori–Duncan, mediante los vicecancilleres de ambos países en 2016, y que el gobierno de Alberto Fernández hace pocos días dio por caído al atentar contra los intereses nacionales.

Para que pueda haber más avances en el tema de fondo hay que mantener una posición que trascienda a los gobiernos y trace una visión latinoamericana en el uso y protección de recursos naturales en el Atlántico Sur y en el acceso a la Antártida.

Malvinas ya no solo es una cuestión de interés argentino, es una causa latinoamericana y de los países libres del mundo que nos dicen que el reclamo por Malvinas nos recuerda que, en pleno siglo XXI, aún queda colonialismo en el mundo.

Ariel Basteiro es embajador de Argentina en Bolivia.

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Campeones

/ 19 de diciembre de 2022 / 02:40

No todos los años hay mundiales, una verdadera desgracia, como dice mi nieto, debería haber mundiales todos los años. Y mucho menos es habitual que un equipo representativo de un país… Lo gane seguido, más vale solo una vez que se repitió un bicampeonato. También poco habitual que para un argentino promedio uno lo vea fuera del país, salvo que con previsión haya sacado los ticket de entrada y tenga la solvencia para verlo desde Qatar, lo otro verlo reunido con amigos, en familia, solo, acompañado, en un bar, en una casa dentro del país, o como muchos de los argentinos que vivimos en La Paz en la residencia de la embajada argentina, en donde partido a partido se fue poblando de amigos muchos argentinos, también bolivianos y representantes de otros países que vinieron, como dice la canción muchachos, a alentar a Lionel, como hace el Diego desde el cielo… La fiesta que se fue generando partido a partido en el barrio de Sopocachi hará que quede como hermoso recuerdo de este Mundial que ganó La Scaloneta.

Del balance de este torneo, podemos decir muchas cosas y hasta ponernos en analistas deportivo y decir que el equipo fue de menor a mayor, que Messi deslumbró, tanto como Julián Álvarez o el ‘Dibu’ Martínez, De Paul, o Di María…. A decir verdad, todos los que entraron poco o mucho al terreno de juego cumplieron con el cometido de aportar el grano de arena para hacer la muralla defensiva rechazando y atajando casi todo lo que le tiraran, la amalgama en el medio campo o destruir defensas atacar y convertir. Hoy, todos ellos son tan campeones como el mismísimo Messi, quedarán en el recuerdo de muchas generaciones de argentinos y se ganarán con el correr de las horas un lugar en el Olimpo de los dioses, que en Argentina siendo jugador de fútbol y campeón mundial está muy cercano a lograrse. Lo de Scaloni es un punto aparte, sin experiencia de dirigir en primera división, con el periodismo en contra que lo fustigó durante los últimos tres años y 11 meses, recién se dieron cuenta del manejo del grupo y la perspicacia y profesionalismo del técnico cuando contaron los 36 partidos invictos y cuando en Qatar más allá del tropiezo con Arabia, les ganó a todos los que se le cruzaron.

Siempre es bueno ganar y festejar, Bilardo técnico del Argentina 86 a como diera lugar, Menotti técnico del campeón 78 haciendo juego bonito como premisa, Scaloni es la complementación de ambos, garra, lucha, toque y golazos a través de jugadas perfectas.

Lo de Messi para destacar siguió sorprendiendo, rompiendo récord y logrando lo único que le faltaba una copa del mundo…. Ahora sí está para discutirle a Maradona el liderazgo del mejor en la historia del fútbol mundial… Y sino como argentino, mejor decir que ambos comparten el cetro…

Argentina campeón mundial, alegría y felicidad para que le sirva al pueblo argentino para avanzar con toda la fuerza después de estos años de pandemia y neoliberalismo de macrista, triunfos de este tipo ayuda a cambiar el humor social y como hicieron estos jugadores campeones, como hizo el Diego, hacerse grande contra los que se dicen poderosos…

Ariel Basteiro es embajador de Argentina en Bolivia.

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Cristina

/ 7 de diciembre de 2022 / 01:17

Denuncio la corrupción de la Justicia argentina, manipulada por una oligarquía antipatria que ha creado un Súper Estado para supeditar los intereses argentinos a los de un pequeño grupo de mafiosos que se hacen pasar por empresarios y que lucran con las vidas del pueblo trabajador.

Este Súper Estado es un Estado sobre otro Estado. Es un Estado que nadie eligió pero que opera sobre las instituciones de la democracia.

Es un poder que se ejerce fácticamente mas no legalmente, mucho menos legítimamente.

Este poder es el que maneja los hilos de los medios de comunicación, la Justicia y la economía, sin haber ganado el voto de la mayoría de los argentinos.

Es un poder que se consolidó en el gobierno de Mauricio Macri con el endeudamiento desproporcionadamente irracional con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Es el mismo poder al que se enfrentaron Néstor y Cristina cuando trataron de regular al principal monopolio mediático de Argentina, Clarín, y al sector sojero del país que mediante su política de monocultivo extranjeriza un recurso estratégico para su pueblo.

Este mismo poder, mafioso, es el que ha vuelto para cobrar venganza. Llegando incluso a financiar, por parte de un grupo de empresarios amigos de Macri, a un grupo violento para matarla.

Contra el pueblo trabajador que osó disputarle la riqueza de su fuerza de trabajo a esa corporación de delincuentes. Pero también es el mismo pueblo que volvió a elegir a Cristina y a un gobierno popular, después de cuatro años desastrosos de Macri.

Eso no se lo perdonan al pueblo que se atrevió a elegir nuevamente a su lideresa.

Pretenden escarmentar a Cristina por representar los intereses del pueblo argentino.

Para dejar en claro que quien se atreva a tocar los intereses de la mafia del Súper Estado oligárquico, pagará con su libertad.

Pero Cristina no está sola, y mucho menos su pueblo la abandonará. El próximo 12 de diciembre, en la convocatoria del acto en el que Cristina será la única oradora, será el momento para demostrarlo.

A Cristina tratan, fundamentalmente, de sacarla de las elecciones. La verdadera sanción no es que vaya presa, sino que no pueda ser candidata. Los jueces contra toda lógica, sin elementos, terminaron dándole seis años de cárcel, buscando ilegalizarla.

No la castigan por cosas que supuestamente habría hecho mal. La castigan por haber hecho las cosas bien, en favor de su pueblo.

Ariel Basteiro es embajador de Argentina en Bolivia.

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