Una reciente publicación del diario El Mundo mostró de manera documentada que el actual presidente del Gobierno español recibió sobresueldos de su partido cuando era ministro. Semanas atrás, el diario El País, también con documentos, informó que dichos sobresueldos de igual manera fueron recibidos por el expresidente José María Aznar. Y así con otros dirigentes. Casi todos ellos lo venían negando reiteradamente.
La nueva revelación forma parte de un oscuro entramado vinculado a la llamada “Contabilidad B” del gobernante Partido Popular (PP), que adquirió visibilidad con la publicación de los “papeles de Bárcenas”, en referencia al extesorero del PP actualmente investigado en la justicia. Dichos manuscritos evidencian una doble contabilidad orientada a encubrir el financiamiento ilegal al partido así como pagos irregulares a sus altos dirigentes.
Estos hechos han golpeado la legitimidad del Gobierno y, junto con otros hechos de corrupción que llegaron incluso a la familia real, malogran la bien construida imagen internacional del país ibérico. Menos mal que la “Marca España”, sus indignaciones, sus grandezas, su gente superan en mucho las mezquindades y extravíos de una parte de sus élites y, en especial, de sus actuales gobernantes conservadores.