Andan circulando por internet fotografías de mujeres que exhiben carteles con diferentes expresiones. La disposición de las imágenes varía en cada caso, algunas muestran su rostro, otras no; pero todas ellas tienen en común una historia de abuso sexual, y las cartulinas que sostienen reproducen frases que sus agresores les dijeron mientras las atacaban. “Si realmente no te gusta, ¿por qué no gritas? Mi padre, 6 años”, escribe por ejemplo una superviviente en castellano. “¿Por qué no te callas de una puta vez? (1er violador, ahogándome para que dejara de suplicar piedad mientras estaba dentro de mí. Yo tenía 8 años)”, reza otra de las denuncias, escrita en inglés.
Este proyecto se inició en octubre de 2011 con el nombre de Unbreakable (Inquebrantable), a instancias de Grace Brown, estudiante de fotografía de 20 años, con la intención de darle voz a las sobrevivientes de ataques sexuales. Desde entonces ha recibido más de 2.000 fotografías, pero resultó ser mucho más que una palestra. En efecto, además de contribuir en la curación de las víctimas a través del arte, animándolas a enfrentar tan traumática experiencia, se ha convertido en una gran plataforma, donde las y los afectados comparten consejos y recomendaciones. Encomiable experiencia que debería ser emulada por estos lados.