Seguridad del Estado
Las medidas de seguridad, a veces, son bastante sencillas y no cuesta mucho seguirlas
Me ha pasado varias veces y desde hace varios años. Al final de la reunión, el funcionario de gobierno me sugiere continuar la relación laboral por correo electrónico, me da un correo personal, el oficial, o los dos, con la recomendación siguiente: “mándame el archivo con copia al hotmail, por si se pierde”.
Esta es una práctica común entre asesores e incluso algunas autoridades.
En momentos en que se está debatiendo el proyecto de Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, y la atención se ha centrado en el Art. 42 de las restricciones de acceso a la información del Estado, quiero llamar la atención acerca de las restricciones obvias, las que ponen en riesgo la seguridad o defensa del Estado, sea ésta interna o externa. Es aceptado que este tipo de información debe tener restricciones para ser difundida públicamente, pero ¿los niveles de seguridad están siendo implementados realmente?
Información delicada que podría ser clasificada bajo este criterio fluye en los correos electrónicos de autoridades y funcionarios. En este punto, entendamos qué pasa con la información incluida en correos gratuitos de empresas como hotmail, gmail o yahoo. La información de este tipo de correos (y también la de chats, Skype, Facebook y otros servicios) viaja a los servidores de las empresas en Estados Unidos, y de allí se distribuye a su destino que puede ser nuevamente Bolivia u otro lugar. Los términos de uso de estos servicios, que la mayor parte de las veces aceptamos sin leer, permite a estas empresas grabar y acceder a la información legalmente ya que se rigen a la legislación del país donde tienen base las empresas. Eso lo aprendimos con Snowden.
En Bolivia, los correos oficiales tienen la extensión “gob.bo” y son menos vulnerables, pero varios de los servidores de las instituciones de gobierno se encuentran fuera del país, con lo que la información se pone igualmente en riesgo. Una comunicación entre ministros, por ejemplo, es probable que sea grabada fuera del país antes de llegar a la bandeja de correo del destinatario.
¿Tienen las autoridades, por tanto, que dejar de enviar correos electrónicos con información delicada? Es una opción poco práctica, pero opción al fin. Sin embargo, hay otras que nos permiten tener mayores niveles de seguridad cuando intercambiamos información: 1) Dejar de usar correos gratuitos. 2) Configurar los correos electrónicos para que los mensajes se borren de los servidores una vez descargados. 3) Usar correos encriptados y 4) Emplear servidores nacionales. Las medidas de seguridad, a veces, son tan sencillas como éstas y no cuesta mucho seguirlas.
NdD. A partir de hoy, Eliana Quiroz se suma a nuestras páginas de opinión. La Razón se complace en poder enriquecer las lecturas de nuestro público con las reflexiones de esta ciberactivista, que versarán sobre internet y nuevas tecnologías.
Es ciberactivista y burócrata.
blog: www.internetalaboliviana.wordpress.com