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Comicios mediáticos

La semana pasada se presentó en la ciudad de La Paz un sugestivo libro sobre el desempeño de los medios de comunicación en los procesos electorales. El estudio, que analiza las elecciones generales 2009 en Bolivia, expone no sólo un diagnóstico documentado sobre aquellos comicios, sino en especial un conjunto de retos para la agenda mediática de las elecciones 2014.

¿Qué plantea este libro titulado Comicios mediáticos? Su punto de partida es la convicción de que la calidad de la agenda de los medios incide en la calidad de los procesos electorales y, por tanto, en la consolidación de la democracia. Por ello considera necesario ocuparse del modo en que se construye y difunde información, propaganda, opinión y encuestas electorales. La constatación es que los medios importan en elecciones, pero no son determinantes.

De ello se ocupa el estudio realizado por cinco comunicadores bolivianos con el apoyo de IDEA Internacional. Y presenta algunos hallazgos interesantes. En relación a la agenda informativa muestra que el tratamiento noticioso de los temas de género es marginal, lo que implica una “crisis de subrepresentación” mediática respecto a la participación política de las mujeres. En la información sobre el financiamiento de las campañas, en tanto, priman el secreto y la falta de transparencia.

La propaganda en televisión, por su parte, muestra poca originalidad, desigualdad entre los contendientes, centralidad de los candidatos, persistencia de “guerra sucia” y uso instrumental de la propaganda oficial. Se expone asimismo el uso que hacen los medios de los “analistas” para legitimar y reafirmar sus propios posicionamientos políticos. Y finalmente se desmenuza la llamada “sondeocracia”, esto es, la difusión mediática de estudios de opinión en materia electoral.

Pero sin duda lo más relevante del libro son los retos que plantea con miras a futuros comicios en el país. Dichos retos son siete, según expuso el coordinador del estudio, José Luis Exeni. El primero es un reto de ampliación de la agenda informativa tanto en temas como en fuentes. El segundo es la transparencia en relación al financiamiento de las campañas, junto al requisito de rendición de cuentas. El tercero es la equidad en el acceso a los medios, en especial para la propaganda electoral. El cuarto reto se refiere a la necesidad de garantizar contenidos programáticos tanto en la información como en la opinión y la propaganda, más allá de los candidatos. El quinto apunta a la pluralidad de voces que debiera haber en los medios a la hora de construir su agenda de opinión. El sexto reto implica superar la recurrente ausencia de debate. Y el último se ocupa de la calidad técnica de las encuestas electorales.

Todo ello, sin duda, debiera ser objeto de atención y compromiso de los medios (y de los candidatos) en las elecciones presidenciales del año próximo.