La maldita tesis
¿Cuál es la razón para que nuestros estudiantes no puedan formular un problema de investigación?
El pasado fin de semana me encontré con Ramiro, un estudiante al que no veía hace varios años. Cuando le pregunté si ya había acabado sus estudios en la universidad, me respondió: Terminé la carrera hace cuatro años, pero me falta la maldita tesis.
Uno de los obstáculos más complicados que enfrentan los estudiantes de nuestras principales universidades es que, cuando aprueban todas las materias de su respectivo plan de estudios, muchos de ellos no pueden realizar su tesis de grado, quedándose como egresados sin título académico.
Muchos estudiantes me buscan solicitándome les diga sobre qué pueden hacer su tesis, confieso que lamentablemente no tengo la respuesta. Puedo colaborarlos en cómo llegar, pero son ellos quienes deben decidir a dónde quieren ir. Toda investigación académica nace de una nueva idea, y mi opinión es que no existe un método para tener nuevas ideas, ni se puede hacer una reconstrucción lógica de cómo nacieron las anteriores propuestas de investigación. Las nuevas ideas nacen de la capacidad de asombro, de la curiosidad, del deseo de explicarse el porqué de ciertos fenómenos.
Definido el problema al que se desea dar una respuesta y la hipótesis o posible respuesta al problema, es decir a dónde se quiere ir, los profesores de la universidad podemos ayudar a los jóvenes egresados a testear su hipótesis. Tampoco existe un método único, ni muchos menos existen varios caminos para intentar probar la hipótesis, el único requisito es que el problema debe estar enunciado de forma clara, de manera que permita examinar críticamente el método de solución propuesto y que la hipótesis permita su contrastación con la realidad.
¿Cuál es la razón para que nuestros estudiantes no puedan formular un problema de investigación y su respectiva hipótesis? La respuesta está en las características de nuestro sistema de enseñanza, que no vincula la transmisión de conocimientos con la investigación.
Como respuesta al problema de la baja tasa de titulación, las universidades han respondido creando sistemas alternativos, llámese examen de grado, trabajo dirigido, proyecto de grado y otros, desnaturalizando el objetivo de la tesis. Considero que estos remedios pueden ser peor que la enfermedad. La solución, a mi modo de ver, está en que el Estado priorice la investigación académica, política que debe traducirse en mayores recursos, como por ejemplo becas para los egresados y fondos concursables de investigación para que las universidades, tanto públicas como privadas, compitan mediante propuestas de investigación por dichos recursos.