Reservas internacionales
El Banco Central ha demostrado una gestión coherente en el manejo de las RIN
El Banco Central de Bolivia (BCB) ha proyectado que, para el cierre de la presente gestión, las Reservas Internacionales Netas (RIN) serán de 14.500 millones de dólares, equivalentes al 51% del Producto Interno Bruto (PIB) anual del país. Con esta cifra, nuevamente se establece un hito en la historia macroeconómica y monetaria de Bolivia.
Más allá del logro cuantitativo y la meta definida por el ente emisor, es relevante destacar la consistencia de las políticas monetaria y cambiara, que por ahora le permite al país mantener una estabilidad y seguridad en sus transacciones comerciales internacionales, además de asegurar el valor de la moneda local.
En efecto, la acumulación de RIN significa para toda economía un seguro de estabilidad en tiempos de posibles turbulencias, cuando los agentes económicos cambien sus percepciones respecto a la salud monetaria y financiera del país. Por ahora, el diagnóstico es que Bolivia goza de una fortaleza monetaria que se traduce en una valorización de la moneda local, y en consecuencia, de mayores grados de libertad para acciones de política monetaria y cambiaria orientadas a dinamizar la economía y generar procesos de desarrollo.
Sin lugar a dudas el mantener tal magnitud en reservas internacionales hace que el país mejore su calificación de riesgo, y con ello se abran las opciones para que mayor inversión nacional y extranjera se canalice a los sectores productivos del país. El Banco Central de Bolivia ha demostrado una gestión coherente en el manejo de las RIN, colocando en la balanza la necesidad de mantener los equilibrios macroeconómicos, pero asumiendo un rol más proactivo en su contribución al crecimiento productivo del país.
La coyuntura internacional de precios altos por las materias primas que se exportan así como el flujo de remesas y de capitales por inversiones extranjeras no parece que se vayan a alterar en el corto plazo, y ante ese contexto sería prudente, por parte de las autoridades monetarias, mantener la misma consistencia en la política asumida respecto a la administración de las RIN. El éxito de sobrevivencia en tiempos de carestía económica dependerá en gran medida del tamaño de “colchón” financiero que se tenga. Para el caso boliviano, ese “colchón” parece muy robusto.
Tradicionalmente la economía boliviana ha mantenido una posición precaria, también respecto a las RIN. Incluso hubo periodos en los que no se tenía reservas internacionales, y ello derivó en tiempos de recesión. Ahora es la oportunidad de transformar una política monetaria de coyuntura en una política de Estado permanente, para que lo logrado ahora no caiga en saco roto en un futuro, y como llaman los economistas, las RIN sean sujetas de ataques especulativos o de otro tipo.