En una nota publicada por La Razón el 16 de agosto de este año, se informa que en la ciudad de La Paz hay  150.000 canes y en El Alto la cifra alcanza a más de 200.000. La misma nota refiere que cada año la población de canes aumenta en 20%, un dato preocupante.

Estas cifras deberían llamarnos la atención y convocarnos a la reflexión, más aún cuando se informa que del total de perros que hay en el país (2,2 millones), el 40% vive en las calles en completo estado de abandono y reproduciéndose sin ningún tipo de control.

Por eso no es raro ver diariamente a perros deambulando por las calles en busca de comida y agua. También los observamos en las redes sociales, en las que las instituciones que ayudan a los animales publican muchas fotos para lograr adopciones. Lamentablemente, pocas son las personas que se sensibilizan ante este desolador panorama.

Sin duda, es hora de que aprendamos a ser dueños responsables de nuestras mascotas —o ayudar a otras abandonadas— y una primera medida que podemos tomar es esterilizarlas. A ello se debe añadir el hecho de que “contagiemos” concienciación con el ejemplo.

 Existen suficientes razones de carácter humano y de seguridad para considerar la esterilización de perros y gatos. Entre éstas podemos destacar, en principio, la prevención del nacimiento de canes y felinos no deseados. También están los motivos de salud, pues al esterilizar a las mascotas desaparecen conductas como los maullidos intensos de las gatas; el marcaje y el vagabundeo por parte de los machos; además del sangrado en las perritas durante la época de celo. En las hembras también se previenen males originados en los desórdenes hormonales, enfermedades venéreas, infecciones uterinas que son consideradas de riesgo, entre otros.        

Ante tanta necesidad, es necesario un control más efectivo de las autoridades municipales y campañas masivas de esterilización. Pues si bien existen las que llevan adelante diferentes organizaciones, se requiere el apoyo de las alcaldías para que aquéllas sean masivas y constantes.

Y es que así como cada año se vacuna a miles de perros y gatos contra la rabia, se podrían realizar campañas anuales de esterilización. Un ejemplo para destacar es lo que hizo este año la Alcaldía de El Alto, que llevó a cabo una campaña de esterilización con el apoyo de un veterinario de Colombia del grupo Animales SOS. Cada operación no fue gratuita, pero su precio era muy accesible: Bs 30, muy inferior al que se cobra en las veterinarias.

En definitiva, la esterilización de animales con y sin dueño es una medida que beneficia a una sociedad, pues se evita la proliferación de camadas y su inevitable sufrimiento o sacrificio.