Hace algunos días recibí una copia electrónica de la resolución Nº 001-068 del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de Educación Superior (CEAACES), máxima instancia evaluadora del estado de las universidades ecuatorianas, donde se comunica que la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi (UINPI-AW) fue suspendida definitivamente.
La UINPI-AW es una de las universidades indígenas o indias que surge como respuesta a la crisis de los sistemas universitarios tradicionales de nuestros países, que no pueden responder a la educación de los pueblos indígenas. Esta casa de estudios generó un espacio propio para la autoeducación superior de los jóvenes pertenecientes a los pueblos indígenas del Ecuador. Me llama la atención algunas consideraciones o justificaciones del documento, como recordar que la Constitución Política de Ecuador es intercultural y por lo tanto reconoce a las comunas, pueblos y nacionalidades indígenas. Pero ¿no es acaso estar en contra de la interculturalidad la resolución tomada? Además, en las consideraciones se dice que el Estado fomenta la educación intercultural bilingüe “con criterios de calidad”, ¿la clausura no es otra manera de conculcar la interculturalidad? ¿Quién o quiénes deciden lo que es la calidad o no en la educación superior? Incluso dicen que se reconoce las metodologías de enseñanza y aprendizaje de los pueblos indígenas. Entonces, ¿por qué se suspendió definitivamente a la UINPI-AW?, porque sabemos que la base epistemológica son los principios holísticos del sumaj kawsay o el “buen vivir”, como se dice allá.
Sabemos que la UINPI-AW es el ala educativa de la famosa Confederación de Nacionalidades del Ecuador (Conaie), quienes aportaron decididamente al reconocimiento de la pluriculturalidad y a la apuesta por la construcción de una sociedad interculturalidad en estas últimas décadas. De la Conaie salieron tantos dirigentes y líderes brillantes como la abogada Nina Pacari o el antropólogo Luis Macas, quien en algún momento fue rector de la UINPI-AW, entre otros. En las consideraciones se nota que hubo y habrá muchas negociaciones y pulsetas políticas; pero al final el fallo está en manos de quienes detentan el poder político, y eso está expresado en frases “técnicas” como “principios de calidad, excelencia académica”. Muy en la línea neoliberal se dice que la UINPI-AW no cumplió con los requisitos mínimos de calidad, pues la puntuación obtenida fue de 26,9, que está por debajo del mínimo requerido. Sé que en Bolivia existen varias universidades indígenas, como las que creó el presidente Evo Morales (la aymara, la quechua y la guaraní), además hay otras “privadas”, y todas ellas no se han pronunciado ante este atropello. ¿Qué paso? ¿No les interesa lo que ocurre con sus similares? Sabemos que el modelo educativo, en este caso la universidad, no es propio de los pueblos indígenas, pero de todas maneras urge apropiarse de este sistema, y desde adentro ponerlo al servicio de todos, no sólo para los pueblos indígenas, sino para la sociedad en general. Pero sabemos que no es fácil apropiarse en países como el Ecuador, donde el colonialismo educativo no ha dejado de funcionar, sino más bien se ha reciclado peligrosamente.
Qhiswa jilatanakan kullkanakanxa sartawinakapaxa q’al t’unjañ mupanpxi. Arsusiñaniya ¿janich ukhamaxa?