El objetivo de esta carta es cuestionar la gestión del GMLPZ en lo que a construcciones fuera de norma se refiere, porque desde hace dos años soy víctima del atropello de una construcción de 11 niveles levantada en un terreno de 300 m2, sin retiros de ningún tipo, total carencia de áreas verdes, completamente apoyada en el muro de mi casa y totalmente avalada por la Alcaldía.

Por supuesto la construcción ha causado daños de magnitud en mi vivienda y más de una vez ha puesto en riesgo a sus habitantes. Por supuesto que la obra está totalmente fuera de norma. Por supuesto que el GMLPZ está al tanto de toda la situación, que incluye, para peor, la aceptación de pruebas con falsedad ideológica. Por supuesto que los vecinos han presentado muchas denuncias que han sido ignoradas. Por supuesto que yo también lo hice. Por supuesto que nada hubiera pasado si no hubiéramos apelado a un par de autoridades a quienes conocemos en el GMLPZ. Aun así, luego de dictaminada la paralización de la obra, la misma continua, actualmente está en pleno proceso y los departamentos que de ella surjan ya están siendo ofrecidos para la venta.

Todo esto lo he denunciado públicamente; y por supuesto nada ha pasado, excepto que el subalcalde se ha enojado y expresado que ellos (los trabajadores municipales) no son policías y no pueden estar controlando si sus propias determinaciones se cumplen o no.  Por supuesto que en medio de su enojo el subalcalde declaró que el legajo de papeles de denuncias, pruebas y respuestas de las diferentes reparticiones del (des)gobierno municipal que inicialmente había sido informado como desaparecido de pronto apareció. Por supuesto se dice que está en la sección legal, un buen lugar para hundir cualquier tema en el olvido. Por supuesto que el barrio entero se ha desvalorizado y por supuesto mi preocupación y amargura son grandes porque mi casa se ha visto devaluada al máximo. Ni siquiera la puedo vender cual sería mi deseo, para no sentir día a día los golpeteos que anuncian el avance impune de la obra, ni pasar cada día a lado de las viejas calaminas y maderas con las que se ha bloqueado la acera y afeado el barrio desde hace dos años, con la absoluta complacencia del GMLPZ.

Yo reclamo y pregunto: ¿cómo es que el Gobierno municipal autorizó la construcción del edificio que se levanta en la calle 22 “A” # 4 de Achumani?  ¿Tenía planos aprobados?  ¿Es habitual aceptar solicitudes que incluyen montajes fotográficos y descripciones inventadas?

Yo reclamo que la Alcaldía no pretenda asumir ninguna responsabilidad en su labor de administrador territorial, pues habiendo evidenciado la DEGIR que en mi inmueble y en el vecindario hay riesgo por la magnitud de la excavación, su informe resuelve que el GAMLP se deslinda de toda responsabilidad. Yo reclamo que el Concejo edil no sea capaz de utilizar sus instrumentos de fiscalización ante el ejecutivo, que no respeten los plazos administrativos definidos por norma, que auspicien el atropello a los ciudadanos y que tomen posición al lado de los infractores y no de los contribuyentes.

Yo reclamo  que el GAMLP asuma un discurso de protección a los criminales: “no hay nada que podamos hacer”, “la norma nos limita”. Si realmente esta es la situación y hubiese alguna intención de hacer algo al respecto, ¿dónde está su proyecto de modificación de la norma?  ¿Es más cómodo o conveniente obrar en función a los intereses de los constructores que de los ciudadanos? ¿Por qué el discurso asumido parte del principio que una violación a la norma municipal es un asunto de terceros que no involucra a la gestión municipal?

Entre tanto, démonos cuenta, en algún escritorio de las reparticiones municipales, se continúa firmando autorizaciones para la construcción de nuevos mamotretos fuera de norma.