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Voto en el exterior

El voto de los bolivianos residentes en el exterior es un derecho largamente anhelado por nuestros compatriotas que emigraron a otros países. Estuvo contemplado formalmente como posibilidad en la normativa electoral durante una década, pero no llegó a implementarse. Hasta que finalmente se consagró como un derecho en la Constitución Política del Estado.

El Código Electoral, aprobado en 1999 por el anterior sistema de partidos durante el gobierno de Hugo Banzer, establecía en su Art. 97: “los ciudadanos bolivianos en ejercicio, residentes en el extranjero, podrán votar para elegir a presidente y vicepresidente en las elecciones generales”. Disponía asimismo que una ley expresa regularía este derecho. Dicha ley nunca se hizo realidad y nuestros compatriotas en el exterior no pudieron votar en las siguientes elecciones presidenciales.

Fue recién en 2009 cuando la demanda del voto en el extranjero se convirtió primero en derecho constitucional, luego en parte de la norma electoral transitoria y finalmente, en las elecciones generales de ese año, en la primera experiencia de voto en algunas ciudades de cuatro países (Argentina, España, Brasil y Estados Unidos). Posteriormente, con miras a los comicios de 2014, se asumió el reto de ampliar el padrón de votantes bolivianos en el exterior y cubrir más ciudades y países.

La Constitución vigente establece claramente en su Art. 27 que las bolivianas y los bolivianos residentes en el exterior tienen derecho a participar en las elecciones a la presidencia y vicepresidencia del Estado, “y en las demás señaladas por la ley”. Este derecho, que requiere el registro y empadronamiento de las y los electores, fue ampliado en la Ley del Régimen Electoral de 2010 a los referendos de alcance nacional y las revocatorias de mandato para presidente y vicepresidente.

Así pues, considerando este largo recorrido de exigencia y conquista de un derecho ciudadano, llama la atención que una fuerza política como Unidad Nacional (UN) plantee ahora que nuestros compatriotas no cuenten para elegir presidente. Su planteamiento responde ciertamente a un cálculo electoral, bajo el supuesto de que este voto no les será favorable. Pero lo más preocupante es que parece expresar una reiterada actitud de desprecio respecto a las y los votantes, tanto en el país como en el exterior.

Hay, sin embargo, un aspecto interesante en mesa que es la posibilidad de que las y los bolivianos residentes en el exterior no sólo voten para elegir o revocar presidente, o en los referendos de alcance nacional, sino también que puedan elegir a sus propios representantes ante la Asamblea Legislativa Plurinacional. Para ello sería necesaria una reforma de la Constitución Política. Mientras tanto, el empadronamiento en el exterior avanza a fin de preservar y ampliar este fundamental derecho ciudadano.