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Una teoría del Estado

Para René Zavaleta Mercado no hay condiciones de posibilidad de una teoría del Estado sin el trabajo de análisis crítico de la construcción y la producción de estatalidad, y esto debe comprenderse bajo la siguiente premisa: el Estado, para ser tal, debe crear estatalidad. En este sentido, una teoría del Estado debe responder a la factualidad concreta de cada Estado y a la factualidad concreta de esta creación de estatalidad.

Como señala el intelectual orureño, el requisito del Estado es la producción de materia estatal, es decir de su sustancia social en la medida en que ella produce resultados de poder.

Desde esta perspectiva, el Estado es una agregación histórica, es una producción relacional, es decir, una producción que supone una serie de actores que en sus relaciones crean la sustancia y materia estatal.

El Estado, entonces, expresa la unidad jurídica, ideológica y síntesis histórica de la sociedad desde las clases dominantes. En otras palabras, el Estado se produce históricamente desde las clases dominantes.

Como señala Zavaleta Mercado: “El Estado es el aparato de una clase o de un bloque de poder para dominar a otro, aunque sea de un modo diferido. En realidad, la forma instrumental es una reminiscencia de los momentos primarios del poder. En todo caso, hasta obtener la despersonalización del Estado, que no ocurre sino con la autonomía relativa, habrá de pasar un buen trecho” (“La autodeterminación de las masas”, serie Pensamiento Crítico Latinoamericano, Bogotá, ediciones CLACSO, 2009, compilación realizada por Luis Tapia).

Pero si el Estado es sólo aquello que se produce desde las clases dominantes, el Estado sería una formación aparente y no una síntesis de la sociedad.
En palabras de Zavaleta Mercado: “una formación aparente de la sociedad no coincide jamás con lo que la sociedad es: la explotación está enmascarada como igualdad; las clases colectivas como individuos, la represión como ideología; el valor se presenta como precio, la base económica como superestructura y la plusvalía como ganancia. Todo está travestido y disfrazado” (Ibíd.).

En este sentido, el Estado aparente sería aquel Estado inorgánico en relación con gran parte de su sociedad. Parece que sería un error explicar a una sociedad desde la síntesis del Estado, bajo esta premisa todo Estado correspondería en una buena parte a estas formaciones aparentes.