Icono del sitio La Razón

Decisión sindical

Cuando se observa con lupa una organización sindical, se pueden apreciar una gama de problemas en su interior, por ejemplo, la pérdida de conquistas de eventos que siempre se realizaban en beneficio de los trabajadores. La determinación asumida por la gerencia de suspender este año la tradicional fiesta por el día del gráfico, con el argumento de que el periódico no cuenta con los suficientes recursos para hacerlo (debido a que debe realizar el aporte del 1% sobre los ingresos brutos para el Seguro de Vida Hermanos Peñasco), fue rechazada por la última asamblea de los trabajadores de este medio. También se decidió hacer conocer a la Ministra de Comunicación que, debido al seguro señalado, los trabajadores de los medios de comunicación están perdiendo beneficios logrados desde hace varios años.

La existencia de un clima de fricción entre la patronal y los trabajadores es notoria, la cual deberá ser afrontada nuevamente con la presentación del pliego petitorio correspondiente a la gestión 2014. La dirigencia de este sector deberá sopesar en la balanza la demanda de sus afiliados y la reticencia de la gerencia a ceder, porque una buena negociación se traduce en el hecho de que ninguna de las partes debe salir perdiendo. Este hecho permitirá medir la realidad y las condiciones objetivas y subjetivas de los actores en la empresa.

Esta situación en La Razón demuestra que la supuesta y cuestionada representación de la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz (FTPLP) está alejada de la realidad de sus afiliados, porque está obsesionada por defender los intereses del partido en función de Gobierno, como lo hizo con la Ley Antirracismo. Es cierto que a esta presunta dirigencia lo único que le interesa es que se aplique la ley del seguro de vida, en un afán por congraciarse con la parte oficialista (no son gratuitas las entrevistas que se les realiza en medios estatales o la apertura de las puertas en oficinas gubernamentales, hasta el punto de beneficiarse con el subsidio del Programa de Apoyo al Empleo que otorga el Ministerio de Trabajo).

En la conciencia de los trabajadores debe estar claro que la lucha por la reglamentación del Art. 46 de la Ley General del Trabajo para que se cumplan las ocho horas laborales deberá ser desarrollado por ellos mismos, porque los supuestos dirigentes de la FTPLP no lo harán, en tanto se encuentran en posición cúbito dorsal ante el Ejecutivo. Este hecho significa que, al margen de exigir el cumplimiento de una fiesta o de un aumento salarial, ahora debe estar en agenda las ocho horas de trabajo (en una ocasión las autoridades del Ministerio de Trabajo expresaron la voluntad de reglamentar este derecho, pero necesitaban una solicitud de parte de un sindicato o de varios para proceder con esta actividad).