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El extraño caso de EEUU

En realidad, quiero referirme al extraño caso del crecimiento de la economía estadounidense. El cuarto trimestre de 2009, el crecimiento de su PIB se cayó al -3%. Ese fue su peor momento económico en la década. Luego, su situación mejoró y se espera que cierren el año con 1.6% de crecimiento positivo.

La mejora de las cifras de la economía estadounidense vino acompañada por un crecimiento con poco empleo o, más propiamente dicho, con un empleo de no muy alta calidad: los sectores que más han crecido en puestos de trabajo en los últimos años son los de servicios personales, restaurantes y ventas al detalle, que han generado el 43% del crecimiento laboral desde 2010. Paralelamente, el 7% más rico de la población ha incrementado su riqueza en más de 28% desde el inicio de la recuperación, vale decir, desde inicios de 2010; mientras que el 97% restante ha disminuido (sí, leyó usted bien) ha disminuido su riqueza neta en 4% desde entonces.

Hay otros datos que tampoco parecen muy alentadores. Los índices bursátiles están en alza (mientras los salarios se estancan); las ganancias de los ejecutivos de las corporaciones representan 200 veces el ingreso de sus empleados (en los noventa, el índice era de 58 veces), pero los ingresos operativos de las empresas son, hoy en día, 7% menores a los registrados en 2008, al momento del estallido de la burbuja inmobiliaria. Aunque, curiosamente, las acciones están 15% más caras, y eso que hablamos de las 500 empresas top estadounidenses del índice de Standard and Poors.

El siempre pertinente y recomendable blog zerohedge no tiene mucha explicación para este fenómeno, pero sugiere que los datos de ingresos, proyecciones de crecimiento empresarial, el análisis del flujo de caja, la confianza en la gerencia y la percepción del plan de negocios explican un 25% del valor que los jugadores de bolsa le asignan a la compra de acciones, el 75% restante lo atribuye simplemente a la estupidez de Wall Street.

Para más datos, Robert Shiller, ganador del Premio Nobel de Economía, ya empezó a alertar acerca de la posibilidad de otra burbuja en EEUU. Dean Baker, del prestigioso CEPR y (a su favor, hay que reconocerlo) uno de los pocos economistas  en alertar de la crisis de la burbuja inmobiliaria de 2007-2008, también alertó sobre incrementos inusuales en los precios de los mercados de bienes raíces, que aparentemente fueron enfriados por las últimas acciones del banco central estadounidense.

Tenemos, entonces, que la economía que aún es la más grande del planeta (con alrededor de un cuarto del PIB mundial) está creciendo sobre lo que parece ser una burbuja financiera (más). A esto, debemos sumarle el hecho de que es una de las economías más endeudadas del mundo: tienen un ratio de deuda/PIB cercano al 107%. Con la mitad de ese porcentaje, Bolivia necesitó un rescate a inicios del presente siglo, a través de la iniciativa para los países pobres altamente endeudados.

La iniciativa para los países ricos altamente endeudados que mantiene a EEUU donde está se llama impresión de dólares, que es la moneda en la que pagan su deuda y con la que financian su déficit comercial. Gran parte de la deuda estadounidense sirve para financiar su presencia militar alrededor del globo y hacer de policía mundial. ¿Qué van a hacer los países que hoy se benefician (sin costearla) de la protección de las rutas marítimas que hoy les da EEUU si el policía mundial quiebra?