El riesgo de trata y tráfico de niños y adolescentes se incrementa a fin de año, pues a la suspensión de las labores escolares se suma el aumento de las actividades por fin de año, lo que motiva a los menores a salir en busca de trabajos temporales. Esta situación es aprovechada por delincuentes que se dedican al terrible negocio de la explotación infantil.
Habida cuenta de que cualquier esfuerzo para salvaguardar la vida y salud de un hijo es ínfimo frente a la satisfacción de saber que está a buen recaudo, existen varias medidas que los padres deberían adoptar frente a estas amenazas. Por ejemplo, la Directora del Centro de Capacitación y Servicio para la Mujer recomienda interiorizarse respecto al tipo de actividad que van a realizar, así como los datos de la empresa y del empleador (nombre, dirección, teléfono, etc.) en caso de que empiecen a trabajar.
Hay que tener también cuidado con los anuncios que se publicitan en prensa y en redes sociales, ya que muchos son simplemente un señuelo. Basta recordar el caso de la joven de 20 años que fue recientemente asesinada en El Alto por un hombre que le ofreció trabajo por Facebook. Y todo esto pasa por mantener una buena relación con los hijos, pues es la mejor manera de conocer su círculo de amigos, intereses y actividades que realizan.