Durante la semana, la cholita María Uturunco cocina, lava y cuida de sus tres hijas, pero los fines de semana ella se pone un buzo deportivo y los guantes para convertirse en la capitana y arquera de su equipo en la liga de Villa Tunari en El Alto.

¿Quién dice que no hay fútbol femenino en La Paz y El Alto? Ya sea en Semana Santa, la festividad del pueblo en el área altiplánica o simplemente en la cancha de tierra de la zona o en algún complejo deportivo del barrio, las mujeres alteñas, como pocas, y arriba de los 4.100 metros de altitud, demuestran cada sábado y domingo su gran pasión por el fútbol y también por el futsal.

Por eso, cuando se  dice desde el cuerpo técnico de la selección boliviana de fútbol femenino que, en el occidente, las mujeres no juegan fútbol, simplemente mienten. Y si no, pregúntenle al exentrenador del club Bolívar Miguel Ángel Portugal, quien el año pasado dijo textualmente: “Me impresiona ver a las cholitas jugar fútbol”.

En cada barrio paceño y alteño, equipos de mujeres se organizan para demostrar sus aptitudes en un deporte que no solo es reservado para los hombres. Si no me creen, viajen a algún pueblo del altiplano paceño en Semana Santa, entonces  podrán ver cómo las cholitas se convierten en verdaderos cracks.

Otra cosa es que el fútbol de las divisiones menores se maneja desde Santa Cruz, con eternos cuerpos técnicos que jamás vendrán a La Paz o El Alto para ver a potenciales chicas que pueden formar parte de la selección. Así también lo hacen con otros departamentos, donde el talento femenino está ahí, solo hay que descubrirlo y formarlo. Lo mismo sucede con la Sub-15, la Sub-17 y en alguna medida también con la Sub-20 de varones: la mayoría de sus integrantes, sino todos, son siempre del oriente del país.  

Quizás la asignatura pendiente en La Paz y El Alto para el fútbol femenino es que no existe un torneo oficial anual, pero esa es una tarea de los dirigentes de la Asociación de Fútbol de La Paz  y El Alto, respectivamente.

Creo modestamente que, desde que el Gobierno organiza los Juegos Plurinacionales anualmente, las futuras selecciones femeninas departamentales deberían surgir de ese evento, y convertirse en la base para la selección boliviana. Hay que pedir también que los cuerpos técnicos que maneja la Asociación Nacional de Fútbol visiten los nueve departamentos del país. Solo así se podrá hablar de una verdadera selección femenina de fútbol. Únicamente en la cancha Cosmos 79, de las 21 que cuentan con césped artificial en El Alto, cada fin de semana juegan 350 mujeres.

Es periodista de La Razón.