Igualdad
‘Las violaciones de los derechos de las mujeres y niñas siguen siendo un ultraje’ (P. Mlambo).
Ni precaria, ni sumisa, ni devota, ni invisible” es la consigna de quienes buscan igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Es un llamado a la rebelión, recordando que entre los motivos de lucha está la precariedad laboral, la brecha salarial entre hombres y mujeres, la desigualdad de oportunidades, la feminización de la pobreza, la violencia machista, la ausencia de corresponsabilidad en el trabajo doméstico y de cuidados, la cultura patriarcal, la invisibilidad y sobrecarga de los cuidados.
Demasiados temas pendientes si pretendemos que el mundo sea justo con la mitad de su población. Y demasiado disfraz intelectual para decir que la sobrecarga de los cuidados sin corresponsabilidad no es otra cosa que el dar de comer a los hijos, al marido; el cambiar pañales a wawas y ancianos; atender a los enfermos; limpiar; barrer; traer agua sin el apoyo de la pareja o de cualquier otro miembro varón de la familia porque es una tarea impuesta directamente a las mujeres; que la precariedad laboral no es otra cosa que el trabajar más horas por bajo salario, sin seguro médico, sin derecho a vacaciones, ni aguinaldo, sin derecho a baja por maternidad ni horario de lactancia.
La invisibilidad (palabra difícil de pronunciar) no es otra cosa que la ceguera para reconocer que existen mujeres en el campo que trabajan la tierra y no se reconoce su labor, atribuyendo el esfuerzo solamente a los hombres; existen mujeres mineras que extraen mineral junto a sus parejas, manos femeninas que cortan caña en la zafra, pero en ambos casos —mina o zafra— solo cobra el varón, ella es invisible. Igualdad entre hombres y mujeres únicamente significa igualdad de derechos como seres humanos.
El 5 de marzo de 1908, Nueva York fue escenario de una huelga realizada por un grupo de mujeres que reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a diez horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en la fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al propietario fabricante como respuesta a la huelga.
Más de un siglo después, el mensaje por el Día Internacional de la Mujer 2014 de Phumzile Mlambo-Ngcuka, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, es un recordatorio de una deuda histórica: “Ningún país del mundo ha logrado la igualdad entre mujeres y hombres ni entre niñas y niños, y las violaciones de los derechos de las mujeres y niñas siguen siendo un ultraje”.