Trabajo del hogar
Pese a las normas que las protegen, las trabajadoras del hogar aún son víctimas de maltrato
El viernes, el Ministerio de Trabajo aprobó una resolución ministerial con el objetivo de garantizar los derechos laborales de los que gozan los y las trabajadoras asalariadas del hogar, en el marco de una ley aprobada hace años pero hasta ahora poco respetada por los y las empleadoras. Para el ministro, la norma favorece “la construcción de un empleo digno”.
En efecto, la resolución norma el Contrato Laboral y la Libreta Salarial que deben tener las personas trabajadoras del hogar. Según se anunció, los textos fueron consensuados entre la dirigencia nacional de este sector laboral, representantes de empleadoras y el Gobierno, con la mediación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La medida, que debe beneficiar aproximadamente a 137.000 personas trabajadoras del hogar, según el último censo, entra en vigencia el 1 de abril.
Según la máxima dirigente de la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Bolivia (Fenatrahob), la aplicación del Contrato Laboral y la Libreta Salarial “será controlada por el Ministerio de Trabajo, de esta manera estamos previniendo futuros problemas entre el empleador y el empleado, algo que es frecuente”. A su vez, el coordinador de proyectos de la OIT en Bolivia informó que en noviembre de 2013 se presentaron varios acuerdos tripartitos en los que se estableció que se debía consensuar estos y otros puntos para ponerlos en vigencia.
La dirigente de la Fenatrahob especificó que el Contrato Laboral, documento que firman las trabajadoras con las amas de casa, establece, entre algunos puntos, las horas de trabajo dentro del hogar, si la labor es cama afuera o adentro, el lugar de trabajo, el número de personas a las que atenderá, el salario que recibirá, los descansos anuales o vacaciones y otros. Respecto a la Libreta Salarial explicó que es como una planilla de las empresas con la que se obligará a pagar el sueldo cada mes y no por partes o en especies. Ambos documentos serán controlados por el Ministerio de Trabajo y sus oficinas regionales en todo el país.
Para nadie es desconocido que uno de los ámbitos donde con más frecuencia se vulneran los derechos laborales de las personas es el doméstico, tanto por desconocimiento de las normas que amparan a quienes desarrollan trabajo asalariado del hogar, como por las múltiples formas de discriminación que se han naturalizado en torno a este servicio y a quienes lo brindan.
El avance normativo que motiva este comentario no es el primero y seguramente no será el último, sin embargo, hay que recordar que no basta con la existencia de leyes y reglamentos, incluso si han sido consensuados por las partes interesadas, mientras persista una cultura que no reconoce el verdadero valor del trabajo doméstico y de quienes brindan el servicio. Cambiar esa situación requiere tiempo, pero sobre todo, voluntad.