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Llamativas contradicciones

Esta semana ha sido histórica para el país en el ámbito de las relaciones con Chile, que sostiene con Bolivia un diferendo histórico tras la invasión que propició en 1879. En persona, el presidente Evo Morales entregó la memoria que sustenta la demanda contra Santiago en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

El acto ocurrió en un contexto coincidente con la toma del poder por parte de Michelle Bachelet y de sus colaboradores, entre ellos el de mayor interés para La Paz, el canciller Heraldo Muñoz. Hombre de mucha confianza mientras la ahora Presidenta trabajaba en la ONU, el jefe de la diplomacia chilena tuvo un llamativo papel.

Antes del martes 15, cuando fue presentado el documento boliviano, la autoridad había menospreciado el texto, del que dijo que no tiene fundamento. Horas después, su discurso había cambiado en relación a la acción jurídica de Bolivia. “Éste es un documento que plantea una demanda seria, pero estamos igual confiados en nuestro equipo”, afirmó luego de que Bachelet conociera el legajo boliviano.

Si bien no hay que esperar de Chile una felicitación por los argumentos de la demanda, una calificación prematura y otra después favorable sobre el texto muestran llamativas contradicciones. Habrá que ir anotándolas para entender este proceso.