Hay temas que pegan en internet y otros que no. Hay fotos, videos, textos o audios que se difunden masivamente en redes sociales, esto se llama viralización. Cómo se produce esto, es una preocupación generalizada.
Artículos en blogs dan consejos de cómo lograrlo: mejor contenido multimedia que texto, incluir palabras claves atractivas para tu auditorio y para los motores de búsqueda como Google (es decir, contenido indexable), usar lenguaje claro y directo, llamar a la acción mejor que solo informar. Pero esas son explicaciones técnicas acerca de cómo funciona internet y no alcanzan a explicar la dinámica social que implica la viralización.
Vamos a explicar esta dinámica social: Para que algo se viralice en web debe ser valorado por decenas, cientos, miles de usuarios. Así es cómo funciona: 1. Alguien publica un contenido multimedia, con lenguaje correcto, indexable y llamando a la acción. 2. Sus contactos lo ven, evalúan al emisor y evalúan si el contenido es valioso para su red de contactos. 3. Lo replican. 4. Los contactos lo ven, evalúan al emisor, evalúan al mensaje, deciden si replicarlo o no, y así. Como resultado, varias personas armadas de sus propios criterios decidiendo replicar o no un mensaje.
Entonces, ¿qué valora la gente para repetir un mensaje? Lo innovativo, la creatividad, el humor, la profundidad/superficialidad del mensaje. Todo depende de quién evalúa. Una muchacha de 13 años estará dispuesta a repetir el enlace del último hit de One direction y no otro acerca de política. En cambio, un político no estará dispuesto a repetir la noticia de One direction, pero sí la otra.
Hay mensajes que no son tan segmentados, sino generales. En Bolivia, hemos tenido fenómenos de viralización generales, varios relacionados al fútbol. Por ejemplo, cuando Ronald Raldes tuvo un entredicho con Lionel Messi en el partido debut de la Copa América en julio de 2011, las redes sociales ardieron en apoyo a Raldes.
Un ejemplo del ámbito político se dio en julio de 2013 con el incidente del avión presidencial de Evo Morales que fue impedido de aterrizar en varios aeropuertos europeos bajo la sospecha que transportaba a Edward Snowden.
Pero esos ejemplos son internacionales y están alimentados por mucha energía y tiempo de internautas de otros países. Un ejemplo local es #Democracia30, usado a propósito de los 30 años del restablecimiento de la democracia en Bolivia, el 10 de octubre de 2012.
La clave, parece ser, lograr concentrar en un mensaje una energía social intempestiva, hacer un buen video o foto y ser coloquial. Si entonces sucede la magia, será un éxtasis; si no sucede, al menos será injusto.