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Agresión sexual

Una vez más, el alcalde de Santa Cruz de la Sierra, Percy Fernández, ha salido por sus fueros agrediendo sexualmente a una mujer, periodista en este caso, en frente de numeroso público. Las reacciones iniciales en las redes sociales fueron de lamento por las “locuras” del burgomaestre, pero pronto se transformaron en franco repudio y amenazas de proceso judicial.

Según se puede ver en las imágenes captadas por un canal de televisión, una periodista de la red Uno se aproximó al Alcalde durante un acto en la Villa Primero de Mayo de la capital oriental, se sentó a su lado, y éste le tomó la pierna, entonces la agredida tuvo que usar la fuerza para retirar la mano del impúdico burgomaestre.

Con esta, es la quinta vez que los medios televisivos captan y difunden agresiones de naturaleza sexista de parte de la autoridad cruceña contra mujeres. La primera ocurrió en mayo de 2009, cuando insultó a la periodista de la red Unitel por pedir datos sobre las medidas para contener la epidemia de dengue; Fernández se mofó de ella, le sacó la lengua y la echó diciendo: “Me arruinó el día; váyase, dengue, dengue, dengue, mire la cara de dengue que tiene”.

En agosto de 2010, durante una inspección del viaducto en el Cuarto Anillo de la ciudad, el Alcalde fue recibido por trabajadores de la obra, entre ellos una funcionaria pública, a quien besó por la fuerza en la boca durante varios segundos. En 2012, la secretaria de Gestión de la Alcaldía de Santa Cruz debió soportar el pellizco en una de sus nalgas cuando se retiraba de la testera; aunque luego ella negó que hubiera sucedido tal cosa. Finalmente, en marzo de 2012, en un acto público, también en la Villa Primero de Mayo, el Alcalde manoseó el trasero de una concejal en varias ocasiones, mientras ella emitía un discurso.

Tras difundirse las imágenes de la última agresión a través de las redes sociales, el marido de la agredida pidió una disculpa pública del Alcalde, amenazando con iniciar un proceso si tal cosa no sucedía. El viernes, el Gobierno Municipal publicó una nota con la firma de la autoridad, en la que, lejos de manifestar su vergüenza por lo ocurrido, afirma que se trata de una campaña de desprestigio en su contra y expresa una tibia disculpa a la agredida y a su familia. Paralelamente, una diputada del MSM anunció que mañana iniciará una acción legal por abuso deshonesto.

Hay, pues, un sentimiento de indignación generalizada contra el Alcalde cruceño, que debe ser asumido como un buen momento para ejercer acciones ejemplarizadoras. Reducir la inaceptable actitud del burgomaestre al manido argumento de que es una de sus “locuras” solo abona una imagen de impunidad que, sin duda, es un estímulo para seguir reproduciendo este tipo de ataques contra las mujeres. Y eso debe acabar.