Mascotas abandonadas
Detrás de esta triste realidad se encuentra la desidia de muchos pobladores
Al albergue de la organización no gubernamental Animales SOS llegan diariamente entre 5 y 10 animales abandonados, la mayoría de ellos canes (70%) y gatos (25%). A su vez, el Centro Municipal de Zoonosis de La Paz recoge de las calles entre 10 y 15 perros. Es decir que estos dos recintos alojan diariamente entre 15 y 25 nuevos animales durante la semana.
Esta elevada cifra no es compensada con la salida de las mascotas, pues, en promedio, Animales SOS entrega en adopción solamente un can diariamente, y lo propio ocurre con la perrera municipal. Como es de suponer, la única manera de compensar este déficit es mediante la eutanasia; y ni siquiera este lúgubre sistema es suficiente para evitar que las calles se sigan llenando de perros abandonados.
Según explican los responsables de estos albergues, son varias las excusas que manifiestan los dueños a la hora de deshacerse de sus mascotas. Muchos aseguran que se están trasladando a un departamento y que ya no tienen espacio. Otros alegan viajes al interior o exterior del país; y si bien algunos de estos casos son reales, la mayoría de las veces los dueños en realidad deciden abandonar a sus mascotas por comodidad: porque están pelechando, porque se volvieron agresivos, porque ensucian demasiado, porque crecieron mucho, etcétera. En suma, detrás de esta triste realidad se encuentra la desidia de muchos pobladores, que se agencian canes para que cuiden sus hogares o negocios u otro tipo de animales para que sus hijos se diviertan, pero a la hora de alimentarlos y cobijarlos se desentienden, o se cansan de ellos cuando crecen.
¿Cómo contrarrestar esta negligencia, que ha llevado a que en la sede de gobierno habiten al menos 195.000 mascotas, es decir, una por cada habitante? Una manera sería con la introducción de impuestos a la tenencia de animales, el registro de las mascotas por medio de tatuajes y multas para aquellos que los dejen en las calles. Otra, más efectiva, es a través de campañas que ataquen la ignorancia de todos aquellos que no entienden la responsabilidad que implica tener una mascota; y que a la vez promuevan la adopción de los animales, en lugar de que los compren cuando son cachorros.
Respecto a este último punto, cabe subrayar que, a diferencia de lo que se piensa, un perro mestizo dado en adopción no solamente puede proporcionar a sus amos las mismas satisfacciones que el can con mejor pedigrí, sino que además son mucho más saludables. Ello debido a que la mezcla de razas es la manera que emplea la naturaleza para asegurarse de que un organismo sea más resistente a las enfermedades y no tenga problemas genéticos. En cambio, la mayoría de las razas puras sufren degeneraciones por consanguinidad, que provocan diversas enfermedades, como sordera, fallas hepáticas, problemas óseos, entre otros.