Plausible la iniciativa presidencial de instalar una misión diplomática boliviana en Argelia, con concurrencia en naciones de África. La reciente convocatoria a la cumbre del G77 ha mostrado que los contactos diplomáticos hay que cultivarlos cotidianamente para cuando la ocasión se presente de usar esos puentes en asuntos de interés nacional.
No basta con tratar de entablar vínculos antes inexistentes en vísperas de una cumbre tan importante como la de Santa Cruz. El resultado se ve en la magra representación que tendrá el grupo afro-asiático en ese evento. La política exterior del Estado Plurinacional, que en teoría pregona la comunidad de aspiraciones y de derechos de los pueblos oprimidos, bien haría en trasladar a la práctica esa tendencia.
Esa misión servirá también para promover la causa marítima que se ventila ante la Corte de La Haya. Es preciso anotar que los 53 países que alberga el continente africano son base sustancial en todo organismo internacional. Conseguir su solidaridad, contribuirá a los más caros objetivos de Bolivia. Finalmente, al seleccionar al embajador que asuma tamaña responsabilidad, habrá que pensar en alguna personalidad que aparte del dominio de las lenguas, conozca la región, posea experiencia diplomática y el indispensable dominio sobre el tema marítimo.