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La herencia del G77

Con inversiones cercanas a los $us 23 millones, la Cumbre del Grupo de Países en Vías de Desarrollo más China (G77+China) no quedará registrada solo en una declaración protocolar, sino también en varias obras de infraestructura para la ciudad de Santa Cruz. Por ejemplo, la nueva avenida hacia Viru-Viru acortará los tiempos de transporte, y la ampliación de esa terminal aérea mejorará su capacidad de operación; y lo propio acontece con El Trompillo, aeropuerto que cuenta por fin con iluminación.

Todas estas obras se hicieron en cuatro meses, un tiempo récord. Tras este evento internacional, el más grande de la historia de la diplomacia boliviana, es posible que además se empiecen a perfilar los retos de desarrollo para los próximos 15 años, una agenda en la que los países en vías de desarrollo tendrán mucho que decir.

El ejemplo de unidad que han demostrado los diferentes niveles de gobierno para hacer realidad la cumbre con la que el G77 celebrará 50 años de vida institucional será otro de sus legados.

Queda la reflexión sobre la necesidad de encarar las obras de infraestructura con mayor eficiencia. Muchos anhelan, por citar solo un ejemplo, que la doble vía La Paz-Oruro se construya con la misma celeridad con la que se hizo la nueva avenida hacia el aeropuerto cruceño.