Infertilidad masculina
La infertilidad de una pareja muchas veces deviene por alteraciones en el varón antes que en la mujer
Por muchos años el conocimiento científico que se tenía sobre la infertilidad masculina era muy pobre, por tanto no era mucho lo que se podía hacer para solucionar este problema. Con la llegada de la fecundación in vitro las posibilidades para que los varones con alteraciones espermáticas puedan ser padres se incrementaron. Empero, cuando el factor masculino es notoriamente malo, las posibilidades de fecundación siguen siendo muy escasas.
Los estudios actuales revelan con claridad que factores como el consumo de tabaco y alcohol, abuso en la ingesta de café y las infecciones de transmisión sexual como la clamidia tienen un efecto nefasto en la calidad espermática de los hombres. Las investigaciones también revelan que si los hombres dejan de incurrir en estos malos hábitos, la calidad de sus espermatozoides mejora, lo que a su vez contribuye a lograr el embarazo de una mujer.
Los traumatismos y la aparición de tumores malignos, principalmente a nivel testicular, son también causas frecuentes de infertilidad masculina. Asimismo, las alteraciones relacionadas con el aumento de la temperatura a nivel genital pueden deteriorar la producción y función espermática.
El hecho de que los varones barajen la posibilidad de tener un problema de infertilidad y de acudir al médico para corroborar o descartar estas sospechas es muy remoto en nuestro medio. La idiosincrasia con tintes machistas que impera entre los bolivianos hace que el diagnóstico de alteraciones del factor masculino salga a la luz generalmente dentro del estudio complementario de la pareja infértil. Por este motivo, cuando se presentan estos casos, la sorpresa que manifiestan los pacientes suele ser muy grande.
En cuanto a las cifras, la alteración del factor masculino es responsable entre el 40 y 45% de los casos de infertilidad, según las estadísticas locales y mundiales. De allí que en todos los casos de infertilidad se deban solicitar estudios tanto para las mujeres como para los varones. El espermatograma es el primer análisis que se realiza para descartar ese tan frecuente factor de infertilidad, y que permite determinar si hacen falta estudios con mayor precisión para casos severos.
En resumen, es necesario recordar que la infertilidad de una pareja muchas veces deviene por alteraciones en el varón antes que en la mujer, y que por ello ambos se deben someter a estudios clínicos para encontrar el origen de esta deficiencia. Decisión que muchas veces pasa por romper con algunos de los paradigmas culturales de la sociedad. Una vez que se ha determinado el daño espermático, se sugiere el apoyo psicológico para continuar con los tratamientos respectivos, entre los que muchas veces se incluye un cambio radical del estilo de vida.