Vergüenza ajena
Si hiciéramos un repaso mayor, encontraríamos más hechos que vinculan a los masistas
Ya es muy usual que alguien del Movimiento Al Socialismo (MAS) esté involucrado en algún hecho reñido por la moral o al menos polémico, una vergüenza ajena. Sin embargo, esos comportamientos no son atribuibles exclusivamente a los miembros de ese partido político.
En los últimos días, una declaración del diputado Roberto Rojas indignó a buena parte del país (buena parte, hay que aclararlo; hay minorías homofóbicas, lamentablemente). En un intercambio de preguntas y respuestas con un periodista, el legislador consideró a la homosexualidad como un mal de la sociedad. “Un matrimonio entre personas del mismo sexo es un mal ejemplo para la juventud; nuestro país no está preparado para eso. Parece que los homosexuales estuvieran enfermos de la mente porque son muy radicalistas”, dijo el hombre.
¿Ignorancia o razones políticas? Sin descartar ambas actitudes, lo cierto es que es homofóbico. No es posible que a estas alturas de la evolución humana, social y política hayan personas con un criterio de su tipo, mucho más tratándose de una autoridad vinculada a un partido supuestamente progresista y defensor de los derechos.
El dislate hasta ocasionó el anuncio de un juicio por parte del movimiento Trans, Lesbianas, Gays y Bisexuales de Bolivia (TLGB), que considera las declaraciones un acto de discriminación e irrespeto.
El caso no es único. En el mismo MAS, hace unas semanas, la senadora Nélida Sifuentes se atrevió a justificar la bochornosa manía del alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, de toquetear a mujeres. “Yo creo que así sea ‘metemano’ hace pues los proyectos para su municipio”, dijo la legisladora en plena indignación nacional porque el líder cruceño había puesto sus manos en una de las piernas de una periodista.
Y uno más, por citar los bochornos más frescos de la política, siempre en el MAS. En su afán de salvar la responsabilidad del exalcalde de Pocoata Teodoro Rueda, acusado de violación y asesinato de una enfermera, la diputada Emiliana Aiza consideró, antes de cualquier recriminación, que la exautoridad fue elegida democráticamente. Y algo insólito: culpó al alcoholismo de semejantes delitos. “(…) Los hombres son débiles en la situación de la cerveza”, afirmó.
¿Ignorancia o razones políticas? Lamentablemente, ignorancia, razones políticas y machismo, cuando siquiera se podría pensar que una mujer se indigne, como muchos de nosotros, de los actos de un delincuente común mimetizado en el poder político.
Si hiciéramos un repaso mayor, encontraríamos más hechos que vinculan a partidarios del MAS; algunos por ebrios y otros que rayan en los delitos, como aquel caso de abuso sexual en una borrachera en plena sala de sesiones de la Asamblea Departamental de Chuquisaca. Y lo peor de todo es que sus correligionarios siempre tratan de absolver de culpa a los suyos.
Lamentablemente, son una vergüenza, y las autoridades llamadas por ley no hacen nada. A ver si inmuta esto al presidente Evo Morales.