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Palestina

Hasta el momento, las agencias de noticias dan cuenta de más de 127 muertos y un millar de heridos en la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza, muchos de ellos niños. Asimismo, los informes de la prensa internacional dan cuenta de más de 1.000 viviendas destruidas. Los efectos sobre la vida de los sobrevivientes serán desastrosos y pueden tardar muchos años o tal vez nunca sean superados.

Las autoridades israelitas se justifican indicando que están detrás de milicianos y terroristas palestinos que se esconden en medio de la población civil. No obstante, cualquier persona con un mínimo de criterio puede discernir que bombardear locaciones con población civil no es, precisamente, una búsqueda selectiva de terroristas individuales. La desproporción de fuerzas y los efectos del ataque israelí están movilizando organizaciones de derechos humanos en todo el planeta. Incluso en La Paz hubo una breve manifestación en días pasados.

La ONU ha aprobado una resolución poco contundente en contra de los ataques, indicando que Israel está violando el derecho internacional. A su vez, el Consejo de Seguridad se ha pronunciado de manera muy tibia, pidiendo que se respete la vida de los civiles. Sin embargo, en el seno de las Naciones Unidas, no todo es silencio. El movimiento de países no alineados exigió el cese inmediato de la agresión, mediante una declaración oficial, el viernes por la tarde.

Varios países de América Latina también se pronunciaron en contra, empezando por Bolivia; también lo hicieron Chile, Ecuador y Perú. Aunque estas declaraciones pueden sonar más simbólicas que reales, sin duda deben tener su peso a la hora de orquestar alianzas en los foros globales de las Naciones Unidas. No obstante, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró públicamente que no cederá ante ningún tipo de presión internacional.

Mientras el Consejo de Seguridad, que en otras circunstancias se ha mostrado más ágil para sus respuestas, no tome una decisión contundente para resolver este grave ataque, que en el fondo parece más bien orientado a limpiar el terreno para un mayor control territorial por parte de Israel en desmedro de la población palestina, la presión internacional no será efectiva. Hacemos votos para que los valores de la paz, la lógica y el sentido común se impongan a las pugnas del tablero internacional, promovidas por intereses de las grandes potencias, y que se logre una solución pronta a este nuevo ataque en contra de la población civil.