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Tráfico de armas y drogas

La ubicación de Bolivia, al medio de Sudamérica, compartiendo amplias fronteras con cinco de los 13 países del subcontinente, convierte al territorio nacional en paso obligado de muchos productos comerciales, pero también de sustancias controladas y armas de fuego. Por ello no sorprende el decomiso, la semana pasada, de todo un arsenal de armas de grueso calibre en la ciudad de Santa Cruz, que tenía como destino al grupo irregular Primer Comando de Capital (PCC) de Brasil. Según las investigaciones preliminares, además de dos policías, detrás de este ilícito están implicadas tres autoridades de la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol).

Cabe recordar que el tráfico de armas es el negocio ilícito más grande el mundo, y que al igual que el narcotráfico promueve la violencia, la corrupción y la criminalidad en sus diferentes facetas. Además, ambas actividades están íntimamente ligadas, pues los narcotraficantes muchas veces pagan las armas con droga y viceversa, y suelen utilizar los mismos mecanismos para distribuir sus productos. Por éstas y otras razones, es de esperar que las autoridades del ramo traten el incidente registrado en Santa Cruz con la importancia debida, sabiendo que puede ser solamente la punta del ovillo de una red criminal con innumerables ramificaciones.