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Peatones

Los peatones y las peatonas, es decir las personas que van a pie por una vía pública, son la mayoría en las calles. Y sin embargo la prioridad la tienen los coches a motor, ora porque no hay señalización visible ora porque, aunque la haya, las y los conductores hacen caso omiso de ella.

Las y los peatones son la mayoría, y en esa medida deberían tener garantizados los derechos que las leyes les reconocen, pero he aquí que muy a menudo parece que la prioridad en las vías, con y sin razón, es directamente proporcional al tamaño o el costo del automóvil.

La zona Sur de la ciudad es, desde hace pocas semanas, escenario de un modelo de vialidad que otorga señalización clara y ordenada a favor de las y los peatones, pero, por una parte, el “favoritismo” hacia las personas que van a pie ha sido cuestionado no solo por los conductores del transporte de pasajeros, sino por la propia policía de tránsito. Por otra parte, muchas y muchos peatones no se muestran mucho más predispuestos que los conductores a respetar las reglas del juego.

El caminar por las calles sin temor a que un conductor apurado e irresponsable, o un peatón distraído, se le cruce a uno en el camino es también parte de la sensación de “seguridad ciudadana”. Respetar a las y los peatones es, por eso, una de las claves de la buena convivencia ciudadana.