Continúa la caída
En la semana que termina, el petróleo llegó a cotizarse por debajo de $us 75 el barril, lo que representa una reducción cercana al 30% desde junio. Una mayor oferta producto de la explotación no convencional por parte de Estados Unidos y Canadá y una demanda que crece a menor ritmo debido al estancamiento de la eurozona y la desaceleración de China, Japón y otras economías emergentes explicarían esta caída.
En otras épocas, cuando se presentaban desequilibrios entre la oferta y demanda, algunos países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuya producción conjunta representa más de un tercio de la oferta mundial, se ponían de acuerdo para regular la oferta a fin de estabilizar los precios. Sin embargo, en esta oportunidad, objetivos geopolíticos y estratégicos, al parecer más importantes que los efectos económicos, podrían impedir que se logren acuerdos similares.
Arabia Saudita, miembro de la OPEP y el principal productor mundial de crudo, parecería estar dispuesta a que los precios del petróleo se mantengan bajos por un tiempo, razón por la cual no recortaría sus actuales niveles de producción. En la perspectiva geopolítica, un petróleo barato podría debilitar a Irak, actualmente controlado por los chiíes y por Irán; al propio Irán; y limitar los avances del grupo terrorista denominado Estado Islámico (ISIS), que se ha apoderado de parte de los territorios iraquí y sirio. Asimismo podría reducir de manera importante los ingresos de Rusia, cuya economía está debilitada por las sanciones internacionales tras su intervención en Ucrania, situación que podría forzarla a no continuar en ese propósito. En la perspectiva estratégica, un petróleo barato desincentivaría la explotación no convencional, dado sus elevados costos.
Sin embargo, para lograr esos objetivos el precio del petróleo debe mantenerse bajo por varios años, no unos cuantos meses. Pareciera entonces que los países cuyos ingresos dependen o están asociados al precio del petróleo y que pudieron superar caídas temporales en el pasado podrían enfrentar ahora algunos años de precios bajos.