Los illuminati
Para Alfredo, todo lo que ocurría en el planeta forma parte de un complot organizado por los illuminati
Alfredo había retornado al país después de vivir varios años en el exterior, no sé si para quedarse o había venido solamente por un corto tiempo; lo cierto es que durante las primeras semanas a su llegada, en varias ocasiones invitó a cenar a algunos amigos de infancia, con el objetivo de proponernos la conformación de un círculo o capítulo de los illuminati.
El mundo está en un momento de inflexión, nos decía Alfredo, en el que la lucha contra la entropía, iniciada por quienes pertenecen a la era de acuario, habría sido infiltrada por una conspiración sionista, la misma que tendría como objetivo aprovecharse de los talentos de estas personas para sojuzgar a la humanidad. Supuestamente los illuminati estarían luchando por desarticular esta conspiración.
Fue a finales del siglo XVIII, al sur de Alemania, cuando Adam Weishaupt formó una sociedad secreta posteriormente conocida como los illuminati o los iluminados de Baviera. Aunque si se indaga sobre sus verdaderos orígenes, podemos encontrarlos en los cultos precristianos y en algunas de las logias de la masonería medioeval. A partir de entonces, como explicó Alfredo, los illuminati habrían dirigido los grandes acontecimientos mundiales, buscando un nuevo orden mundial.
La Revolución Francesa habría sido infiltrada por los illuminati a través del conde de Mirabeau. De igual forma, la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica habría sido fuertemente influenciada por sus ideas. La revolución rusa habría sido financiada por los illuminati, así como el ascenso del nazismo en Alemania. En fin, para Alfredo, todo lo que ocurría en el mundo sería parte de un complot que se movería de manera subterránea y controlaría la política y la economía mundial.
Soy reacio a aceptar todas estas teorías conspirativas, las mismas que me parecen fábulas inventadas por personas inescrupulosas con el objetivo de aprovecharse de algunos incautos. Si bien los illuminati han podido existir, o quizá todavía existan, considero que no son más que grupos de holgazanes trasnochados.
Así que después de un par de ocasiones decidí dejar de asistir a las invitaciones de Alfredo, aunque en sus cenas se comía muy bien. Pasados unos meses me enteré de que Alfredo estaba en la clínica aquejado por una hepatitis. Cuando lo fui a visitar me comentó que tenía programado irse a Chile o a Estados Unidos para hacerse tratar su problema de salud. A los pocos días me enteré de que había fallecido. Ciertamente no sé si habría conseguido seducir a algunos amigos ingenuos para formar el círculo de los illuminati.