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Thursday 18 Apr 2024 | Actualizado a 15:56 PM

María Cristina Trigo

Quienes tuvimos el privilegio de conocerla fuimos testigos de la rectitud y solidez de su espíritu

/ 15 de enero de 2015 / 04:02

La reciente muerte de María Cristina Trigo Viaña, esposa de Marcelo Quiroga Santa Cruz, motiva honrar la memoria de quien fue defensora de los derechos humanos, y a la vez permite recordar algunas facetas de la vida de uno de los más preclaros hombres de la política e intelectualidad boliviana en el siglo XX.

María Cristina fue la primera y única novia de Marcelo. Contrajeron matrimonio en 1954 y procrearon dos hijos, María Soledad nació en Santiago de Chile en 1957 y Pablo Rodrigo en Salta, Argentina, en 1959. Luego de una excelente carrera universitaria, en 1966 Marcelo fue elegido diputado por Cochabamba. En 1969, como ministro de Minas y Petróleo del presidente militar Alfredo Ovando, se convirtió en el autor intelectual de la nacionalización de los hidrocarburos. En 1971 fundó el Partido Socialista 1, y luego del golpe de Estado de Banzer, tuvo que exiliarse en Argentina. Ante la persecución a la que fue sometido por la Alianza Anticomunista de ese país, en 1975 huyó a México; y en 1977 retornó clandestinamente a Bolivia.

En la nueva era democrática se presentó como candidato presidencial en tres elecciones, logrando votos cada vez más crecientes que avizoraban la formación del líder que requería Bolivia. Contrariamente la clase política, por sus dotes y valores, lo veía como una amenaza. El 17 de julio de 1980, durante el golpe de Estado de García Meza, la sede de la COB donde se realizaba una reunión del Consejo de Defensa de la Democracia fue asaltada y Quiroga, asesinado. En todo ese tiempo, Cristina no tuvo una vida contemplativa, sino más bien altamente activa, fue la fiel compañera del hombre que deslumbró con su pensamiento; estuvo, junto a sus dos hijos, donde él se encontraba; la agitada vida política de su esposo contó con la solidaria y sacrificada presencia de ella en todo momento, guardando una ejemplar actitud de madre, esposa y mujer de lucha.

Asesinado Marcelo, tuvo una participación valiosa en el juicio de responsabilidades contra García Meza que inició el 7 de abril 1986, y cuya sentencia se dictó el 21 de abril de 1993. Durante esos largos y pacientes siete años, quienes tuvimos el privilegio de conocerla fuimos testigos de la rectitud y solidez de su espíritu; jamás perdió el equilibrio en aquellas audiencias donde el procesado principal desconocía todo y fingía no saber nada de los hechos que culminaron con la muerte de su esposo y la posterior desaparición de sus restos. En todos esos momentos demostró valor, entereza e inteligencia. Clamó justicia por todos los medios para encontrar los restos de su añorado esposo y murió sin haberlos hallado para otorgarle cristiana sepultura. Queda el recuerdo de una mujer de talante total para ejemplo de las esposas, madres y mujeres de hoy que luchan por encontrar días mejores.

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Investigación, corrupción y extradición

Lo extraño es que el artículo 148 del Código Penal estuvo oculto durante décadas

/ 20 de enero de 2016 / 04:00

El 27 de mayo de 2015, la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, removió las cloacas del fútbol mundial al ordenar la detención, en Suiza, de 16 dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), luego de una investigación en la que destapó uno de los escándalos de corrupción más grandes que el deporte haya conocido. Dicha investigación continúa en el ámbito internacional y ha salpicado a dirigentes de distintos países, algunos de los cuales hoy se encuentran detenidos y otros están a la espera de ser trasladados a EEUU para ser juzgados.

Los dirigentes bolivianos no están exentos de esta red de corrupción, motivo por el que el Ministerio Público decidió iniciar una investigación al respecto, cuestionada por quienes pretendían evitar que se los procese amparados en una suerte de inmunidad establecida en los estatutos de la FIFA respecto a las consecuencias que derivarían por la intervención judicial en actos de esa entidad. Empero, en un acto de soberanía jurídica, la Fiscalía boliviana decidió indagar sobre las acciones de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), y hasta el momento ha detenido a cinco miembros de esa institución, existiendo ya una sentencia contra un dirigente que reconoció su participación en actos ilícitos.

Los expresidentes de la FBF y extesoreros de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) Rómer Osuna Áñez y Carlos Chávez Landívar (este último preso en Bolivia) están siendo investigados por la Justicia de Estados Unidos, que ha solicitado su extradición a la Cancillería boliviana, y ahora le corresponde al Tribunal Supremo de Justicia declarar su procedencia o no, con base en el Código de Procedimiento Penal y el Tratado de Extradición suscrito por Bolivia y EEUU, documento en el que convienen “la entrega recíproca de las personas imputadas ante las autoridades judiciales del Estado requirente, o declaradas culpables o condenadas por éstas, con motivo de un delito que dé lugar a la extradición”. Además, este acuerdo establece que los delitos con pena privativa de libertad de un año o penas más graves según las legislaciones de cada país facultan la extradición de los imputados.

No es un proceso sencillo y tardará en dilucidarse. Primero deben ejecutarse diversos pasos procedimentales, e incluso pueden utilizarse algunos recursos antes de que la Sala Plena acepte la solicitud, previa opinión de la Fiscalía General del Estado. Lo que sí está claro es que la acción de esta entidad deja un precedente concreto a los dirigentes deportivos en sentido de que no existe fuero ni privilegio alguno para nadie, que el deporte profesional también atañe a la sociedad y por ende está sujeto al control estatal, sobre todo cuando se presume la comisión de delitos. De allí que los actos de los dirigentes no deben tener reserva alguna, tienen que ser transparentes y están obligados a trabajar no por el interés personal, sino en favor de la niñez y la juventud. Proceder de manera contraria significará la aplicación del art. 148 del Código Penal, por cuanto delito que existe debe ser penado por muy dirigentes deportivos sean quienes los cometen. Lo extraño es, parecería, que este artículo estuvo oculto durante décadas; no obstante, ¿servirá todo esto para encaminar el deporte boliviano?

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Progreso y paz

El ejemplo de la Unión Europea debe servir en América para lograr la paz y el progreso

/ 28 de noviembre de 2015 / 05:18

No ha existido un hecho de funestas consecuencias que arrasó casi todos los continentes, menos América, como fue la Segunda Guerra Mundial, en la que participaron 72 Estados, se movilizaron 110 millones de personas, se estima 55 millones de muertos, de los que 25 millones eran  militares y el resto civiles, sin contar 5 millones de judíos asesinados por los nazis en el Holocausto. Fueron más de 35 millones de heridos, más de 3 millones de desaparecidos, millones de personas que sufrieron de raquitismo o tuberculosis y miles con desequilibrios en los indicadores de edad y sexo.

Las grandes potencias enfrentadas perfeccionaron instrumentos de ataques terribles como para destruir a toda la humanidad. La aparición de grandes unidades blindadas, la utilización de submarinos, de portaaviones, de misiles antiaéreos, de radares y de la aviación  para el transporte de tropas y los bombardeos sobre la población civil, hicieron de este conflicto una carrera hacia la catástrofe. El cuadro de destrucciones materiales fue desolador. Las comunicaciones por puertos, ferrocarriles, puentes y viaductos sufrieron daños irreparables.

Concluida la guerra era necesario reconstruir los devastados países que casi se exterminaron entre sí y garantizar para todos sus pueblos una paz duradera; en 1957 nació la organización comunitaria que de inicio tuvo alcances económicos; con el transcurso del tiempo otros objetivos, como alejar el fantasma de la guerra y abrir la vía de integración, se fueron concretando en este primer proceso integrador de los países en el mundo conocido como la Comunidad Económica Europea ahora la Unión Europea. “Curando heridas” luego de esa cruel guerra, caminan hoy por la marcha del progreso en beneficio de 80 millones de habitantes de los 28 países europeos que conforman la UE y juntos enarbolan la bandera de la paz por el mundo.

La feliz idea de vivir en comunidad asumida por Europa debe servir de ejemplo para que países en América, como Chile, vía el diálogo y en una actitud de solidaridad, le otorgue a Bolivia el derecho de tener una salida soberana al Pacífico, para que mejore su desarrollo y aproveche de manera conjunta, por ejemplo, los recursos naturales, que permitan ampliar sus mercados, concertar acuerdos para reducir costos y aumentar la productividad de inversiones que se podrían hacer entre ambos países en proyectos de infraestructura económica, como son transporte, energía o riego y esencialmente velar porque la paz entre ambos perdure y no se sienta amenazada por acciones y declaraciones del Mapocho, que pretenden alterar la conducta pacifista boliviana luego de la resolución de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

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El interés privado en la Guerra del Pacífico

Pese a las evidencias, no dejan de surgir opiniones opuestas  sobre la usurpación de nuestras costas

/ 13 de octubre de 2015 / 06:48

Pese a las evidencias históricas sobre la usurpación de nuestras costas, no dejan de surgir opiniones opuestas en Chile; no obstante, la respuesta del expresidente Carlos Mesa al respecto durante la entrevista que le hicieron en TVN fue categórica: “El 14 de febrero de 1879 la Armada chilena invade Antofagasta y entre el 5 y 6 de abril de 1879 Chile declara formalmente la guerra a Bolivia y a Perú”.

Asimismo parte de la prensa chilena también testimonia esa verdad, razón que me motiva a compartir parte de la biografía desclasificada de la  familia Edwards, publicada por El Mostrador, en la que se narra cómo Agustín Edwards Ossandón, bisabuelo del actual dueño de El Mercurio, jugó un rol preponderante para que se desatara la Guerra del Pacífico.

“(…) fue su hijo Agustín quien catapultó a la rica familia (Edwards) a los más altos círculos del poder político y social… y comprendió a cabalidad el juego unificado entre el dinero, la política y los medios de comunicación. (…) Un año después de la muerte de su padre, en 1873, (Agustín) tuvo un papel esencial en la Guerra del Pacífico. Ese año asumió la presidencia de la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta, su familia tenía el 42% de las acciones (…) envió a un emisario a La Paz a gestionar al Gobierno de Bolivia el reconocimiento de los derechos y concesiones de esa compañía para explorar y exportar salitre en Antofagasta, lo que le fue concedido, pero nunca ratificado por el Congreso de Bolivia. En 1878, la Asamblea Constituyente boliviana aprobó el establecimiento de un impuesto de 10 centavos al quintal de salitre exportado, lo que desencadenó la ira de los empresarios chilenos. La compañía se negó a pagar el impuesto. Nueve meses después, el prefecto de Antofagasta ordenó la aprehensión del gerente de la empresa, quien estuvo dos meses detenido. En enero de 1879, La Paz aprobó un decreto para confiscar los bienes de la empresa y anunció su remate, con lo que sus faenas se detuvieron. En paralelo, el Gobierno chileno desplegó sus cartas. Los empresarios lo presionaban para que interviniera. La posibilidad del remate de una empresa chilena levantó las alarmas y el Presidente envió al buque que días después ancló en Antofagasta. La sucursal en Chile de la firma Gibbs & Sons (dueña de la compañía citada) sugirió a sus jefes en Londres ‘gastar algún dinero para estimular a periodistas que publiquen artículos de naturaleza patriótica’. La prensa El Ferrocarril y Los Tiempos propagaron esos textos”.

“Finalmente, la jugada política y militar de Chile llegó, y justo cuando la compañía iba a ser rematada (14 de febrero de 1879) las tropas desembarcaron en Antofagasta. De esta forma, Agustín salvó a su empresa del remate y fortaleció su poder económico y de manipulación política. El accionar de Edwards y las conexiones del mundo político con el sector económico eran evidentes; llamó la atención que tres de los cinco ministros que formaron el primer gabinete de guerra chileno eran de la compañía de Edwards. Sacó lecciones valiosas del conflicto de 1879: que las guerras victoriosas son un negocio muy rentable, que la prensa fue un factor clave en formar una opinión pública favorable a sus intereses y que para generar un real dominio había que mezclar los intereses políticos y económicos… En 1882, Edwards Ross compró los diarios La Época y El Mercurio. Concluida la Guerra del Pacífico emergía una de las figuras más poderosas de Chile. No solo había logrado expandir la vasta fortuna familiar, sino que ejercía también una enorme influencia empresarial y política; cumplió un rol fundamental en esa guerra, la que dio origen a la pérdida de la salida al mar de Bolivia”.

Ahondar en detalles como los anteriores y otros sobre las causas de la invasión y la posterior Guerra del Pacífico resaltados en las obras Guano, Salitre y Sangre y Guano Maldito, de Roberto Querejazu Calvo y de Joaquín Aguirre, respectivamente, fortalecen los argumentos para continuar reivindicando en el mundo nuestro derecho a una salida soberana en el Pacífico.

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María Cristina Trigo

Quienes tuvimos el privilegio de conocerla fuimos testigos de la rectitud y solidez de su espíritu

/ 15 de enero de 2015 / 04:02

La reciente muerte de María Cristina Trigo Viaña, esposa de Marcelo Quiroga Santa Cruz, motiva honrar la memoria de quien fue defensora de los derechos humanos, y a la vez permite recordar algunas facetas de la vida de uno de los más preclaros hombres de la política e intelectualidad boliviana en el siglo XX.

María Cristina fue la primera y única novia de Marcelo. Contrajeron matrimonio en 1954 y procrearon dos hijos, María Soledad nació en Santiago de Chile en 1957 y Pablo Rodrigo en Salta, Argentina, en 1959. Luego de una excelente carrera universitaria, en 1966 Marcelo fue elegido diputado por Cochabamba. En 1969, como ministro de Minas y Petróleo del presidente militar Alfredo Ovando, se convirtió en el autor intelectual de la nacionalización de los hidrocarburos. En 1971 fundó el Partido Socialista 1, y luego del golpe de Estado de Banzer, tuvo que exiliarse en Argentina. Ante la persecución a la que fue sometido por la Alianza Anticomunista de ese país, en 1975 huyó a México; y en 1977 retornó clandestinamente a Bolivia.

En la nueva era democrática se presentó como candidato presidencial en tres elecciones, logrando votos cada vez más crecientes que avizoraban la formación del líder que requería Bolivia. Contrariamente la clase política, por sus dotes y valores, lo veía como una amenaza. El 17 de julio de 1980, durante el golpe de Estado de García Meza, la sede de la COB donde se realizaba una reunión del Consejo de Defensa de la Democracia fue asaltada y Quiroga, asesinado. En todo ese tiempo, Cristina no tuvo una vida contemplativa, sino más bien altamente activa, fue la fiel compañera del hombre que deslumbró con su pensamiento; estuvo, junto a sus dos hijos, donde él se encontraba; la agitada vida política de su esposo contó con la solidaria y sacrificada presencia de ella en todo momento, guardando una ejemplar actitud de madre, esposa y mujer de lucha.

Asesinado Marcelo, tuvo una participación valiosa en el juicio de responsabilidades contra García Meza que inició el 7 de abril 1986, y cuya sentencia se dictó el 21 de abril de 1993. Durante esos largos y pacientes siete años, quienes tuvimos el privilegio de conocerla fuimos testigos de la rectitud y solidez de su espíritu; jamás perdió el equilibrio en aquellas audiencias donde el procesado principal desconocía todo y fingía no saber nada de los hechos que culminaron con la muerte de su esposo y la posterior desaparición de sus restos. En todos esos momentos demostró valor, entereza e inteligencia. Clamó justicia por todos los medios para encontrar los restos de su añorado esposo y murió sin haberlos hallado para otorgarle cristiana sepultura. Queda el recuerdo de una mujer de talante total para ejemplo de las esposas, madres y mujeres de hoy que luchan por encontrar días mejores.

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