Cinco meses, de enero a mayo, son exactamente 151 días. Esos son los días que el Alcalde transitorio de La Paz ocupará la silla en el Ejecutivo municipal. Días que empezaron con arbitrariedades jaladas de los pelos y que provocaron inicialmente descontento en los funcionarios municipales; pero luego el descontento cundió en la población que vio una institución pública tomada casi por asalto.

Transitorio equivale a temporal, momentáneo, fugaz, breve, efímero, perecedero… ¿Entonces, puede la transitoriedad condicionar el futuro? La Paz hacia el futuro, transición responsable y transparente que durará 151 días. Mismos días para los cuales se ha intervenido el aparato municipal de la manera más grosera vista desde las escandalosas gestiones de Gabys, Germanes, Lupes (cuando se gobernaba en la Alcaldía trepándose a la mesa de sesiones del Concejo), imponiendo autoridades, que a lo mejor sí son buenos profesionales, pero que para cuando se estén yendo recién estarán aprendiendo el manejo y movimiento de la institución.

Se viven y vivirán amenazas y amedrentamientos a los trabajadores de la municipalidad. Se efectivizan y efectivizarán despidos por doquier, a pesar de haberse firmado una resolución que garantice la estabilidad laboral de cerca de 6.000 hombres y mujeres, entre obreros, técnicos, administrativos y profesionales. El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) se cubre con un manto oscuro mientras dure la transición, simplemente por un afán revanchista, oportunista, egoísta y servil para fines de quienes solamente persiguen el totalitarismo y no así la democracia.

La Paz tiene en sus oficinas municipales a gente destacada, cuyas máximas autoridades en su mayoría han sido cambiadas. Eso quiere decir que mientras dure la transición, los nuevos “jefes” irán conociendo el manejo de un aparato por demás complejo. El Alcalde transitorio y su entorno “de confianza” no son egoístas; ¡pero qué mentalidad que tienen!… Distribuyen ítems a discreción sin contemplar que para quien vaya a asumir la Alcaldía luego de mayo encontrará prácticamente en agonía al plan operativo anual. Es que lo fácil es firmar, lo difícil es sostener, a no ser que el benévolo y todopoderoso líder de turno en el país le entregue mayores recursos al tesoro municipal, siempre y cuando el azul gane las elecciones del 29 de marzo.

En las últimas dos semanas se han publicado en diversos medios de prensa escrita sendas listas de trabajadores municipales, con la finalidad de tergiversar la información y con ello provocar una falsa imagen u opinión ante la ciudadanía, exhibiendo los cargos y niveles salariales que les corresponden, dirigiendo el discurso con mala intención, como haciendo pensar que quienes trabajan en el GAMLP están de favor ahí, calentando los asientos, jugando pasanakus y cobrando por no hacer nada. Mentiras, puras mentiras.

No es justo ni para La Paz ni para los paceños ver cómo se tiran al basurero tres quinquenios de gestión edil, en tan solo 151 días. No es justo frenar nuestro desarrollo porque hace tres años no se permitió cuotear una subalcaldía, una secretaría municipal, una dirección, un hospital… No es justo que la ciudad maravillosa se desplome con un plumazo en papel membretado.